➱Capítulo ochenta y uno.

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*le da al botón publicar y sale corriendo porque sabe lo que viene *

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Betty estaba sola en pop's mientras golpeaba sus dedos contra la mesa lentamente.

—Betty Cooper—dijo una voz masculina.

Esta giró su cabeza y miró confundida al grupo de tres chicos. Luego de que Kevin se haya ido, Betty literalmente había invitado a Jughead a una cita en pop's, así que lo estaba esperando.

—Wow, creí que después de que tu madre falleció no ibas a volver nunca más—aseguró otra chica.

—Y más después de que hayas tenido a tu niña.

—Son las personas más repugnantes que he conocido en mi vida—soltó Betty con una mueca—Y si, volví a riverdale, pero no por mucho. No me interesa quedarme en un pueblo con personas como ustedes ni siquiera quiero criar a mi hija en este lugar.

—Bueno, pero si ya no eres la dulce Betty—se burló una.

Una voz atrás de las personas carraspeó su garganta—Disculpen, ¿puedo ayudarlos en algo?

—¿Y tú quién eres?—preguntó una chica confundida.

Jughead los miró para sentarse en la mesa frente a Betty— ¿Saben?. Creo que el auto que está largando humo debe ser de alguno de ustedes—dijo mirándolos—Betts, ¿pedimos hamburguesas para llevar y comemos a las orillas del río?

Betty lo miró con una sonrisa y asintió para levantarse con Jughead y ambos rodearon a los chicos para tomarse de las manos y caminar hasta el mostrador.

Mientras esperaban el pedido, la rubia estaba sentada en un banco.—¿Qué?—preguntó esta media sonrojada al ver que Jughead la veía.

Este le sonrió—Te amo—le dijo.

Betty le sonrió y le tomó la mano para acercarlo a ella—Te amo—aseguró para besar sus labios.

Jughead tocó su mejilla—He traído un auto que estaba en tu cochera, ¿crees que habrá algún lugar medio escondido por aquí?—murmuró en su oído.

La rubia se mordió la lengua levemente— Creo conocer un lugar—aseguró asintiendo—Pero solo una condición.

—¿Cuál?—preguntó Jughead confundido.

—Elizabeth Cooper—soltó alguien atrás del mostrador, anunciando su pedido listo.

Betty miró a Jughead a los ojos—Solo si haces que el auto arda como el infierno—esta sonrió para voltearse y tomar el pedido.

—Oh Betty,  te haré que conozcas el mismísimo en persona—este habló para caminar tras la rubia con una sonrisa.

Al entrar al auto, Jughead siguió las indicaciones de la rubia y ambos terminaron alejados del pueblo, viendo el amanecer y un lago. 

—Es increíble lo que hacemos por sexo—aclaró este divertido mientras tomaba su hamburguesa.

Betty rió para así, comenzar a comer sus hamburguesas, sin embargo, el aire estaba tenso. Jughead volvió a meter la hamburguesa en la bolsa rápidamente.

—No me puedo concentrar sabiendo que después de esto tendré sexo contigo—dijo rápidamente y tiró la palanca del asiento hacia atrás—Vamos nena, comeremos después.

Betty sonrió con una sonrisa para tirar su asiento hacia atrás y guardar su comida. Esta retiró su blusa para sentarte arriba de Jughead.

—Eso es—soltó este en un respiro mientras se comenzaba a besar con la rubia—Eso es nena—aseguró mientras la rubia comenzaba a bajar sus manos hasta el pantalón de Jughead. No demoró en  bajar la cremallera de su pantalón.

Una fraternidad, una rubia y una bebéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora