PROLOGO

119 4 2
                                    


Durante años, los pokemon vivían unidos unos con otros, la armonía convivía entre ellos, la paz y tranquilidad era reflejo matutino de cada día y el equilibrio en la balanza de lo bueno y lo malo reinaba en aquel entonces.

Pero, ¿qué pasaría  si aquellos dotes que destacaba ese lugar quebraran de un momento a otro?

El pokemon de la oscuridad, Darkrai, naturalmente gustaba con causarles pesadillas a los demás habitantes del mundo pokemon, tanto que incluso se diría que se alegra por eso, pero extrañamente, una noche dejo de hacerlo. Cresselia, el pokemon de los sueños y quien se encargaba de brindar paz dentro de cada uno de estos y para todo ser vivo, disgustada de esto fue en busca de quien había abandonado su rol y hacer que vuelva a perdurar ese equilibrio.

Cresselia: ¿Darkrai? tu comportamiento ha sido muy extraño durante estos días ¿Qué crees que haces? ¿por qué no estás... ya sabes? -exclamó disgustada, pero controlando su tono de voz- se supone que tienes un deber el cual cumplir

Darkrai: te refieres a las pesadillas, ¿cierto? -preguntó serenamente contemplando lo bella que era la luz de la luna- 

Cresselia: así es, ¿a qué otra cosa tendría que referirme? 

Darkrai: pues, soy consiente de que es mi trabajo, y es cierto que me gustaba hacerlas, pero ahora... -suspiro- no lo sé, me harté de incomodar a los pokemon mientras duermen, Cresselia.

Cresselia: ¿y crees que eres bueno para otra cosa?, crear pesadillas es lo único de lo que eres capaz.

Darkrai: quizá no, quizá pueda dejar eso y ayudar en otra cosa, en algo bueno. Tal vez pueda ayudar con la tranquilidad de otros pokemon en vez de hacerlos temer cada que me ven. No quiero ser la aberración que propague el terror en esas criaturas.

Cresselia: propagar el terror es para lo que Arceus te creó. Darkrai, mientras yo me dedico a mantener los sueños como son, tú los alteras en lo que quieras y tienes el poder para hacerlo ¿no te divierte?

Darkrai: cuida lo que dices Cresselia. Arceus quiere mantener el equilibrio que sostiene al mundo y que la paz viva eternamente

Cresselia: exacto, y ¿tu quieres romper ese equilibrio? porque si sigues por este camino lo lograras

Darkrai: quiero mantener viva la felicidad tal como él lo pide. O al menos ayudar -dijo sin despegar su mirada a la hipnotizante luna- es algo mejor que generar el miedo o tristeza. Es todo

Cresselia: ¿mantener viva la felicidad? -dijo incrédula- mantener viva la felicidad es MÍ trabajo Drakrai -exclamo- el tuyo es todo lo contrario, ¿crees que sirves para otra cosa?. Retoma tu deber y no repitamos esta conversación -exigió a Darkrai amargamente-

Darkrai: ... No lo haré

Cresselia: ¿qué dijiste? -frustrada dejó mostrar una mirada de gran disgusto- 

Darkrai: lo que escuchaste, no volveré a traer la penumbra y hacerles temer a los pokemon ¿quieres que sea mas directo?

Cresselia: haces que pierda la cordura -de hecho, ya la había perdido- Dime una cosa, ¿algo de esto tiene que ver... con tu estadía con los pokemon hada de cierto bosque?

Darkrai: ¿cómo es que te enteraste?

Cresselia: ¿en serio lo preguntas? -preguntó irónicamente- si estoy en lo cierto, me pregunto ¿qué pasaría si...?

Darkrai: ¿de verdad piensas desquitarte con pokemon inocentes, Cresselia? -el coraje de Darkrai crecía-

Cresselia: Existe una línea entre nosotros y los pokemon mortales, lo sabes, ninguno debe cruzarla por una razón, por ejemplo... esto -dijo en referencia a la actitud de Darkrai-

Espera a un Nuevo Hogar  //pokecuento//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora