Él era frío, serio, poco conversador, siempre lo era con todos... porque se le había ido el único rayo del sol en su vida.
Ella era dulce, alegre, parlanchína, pocas veces se le veía mal... pero se vio obligada a alejarse su mejor amigo.
Una amist...
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Luego de aproximadamente unos 15 minutos de viaje, en los que Chemi; el amigo de Javi, decía un montón de chistes haciéndonos reír a todos, llegamos.
El hotel estaba muy bonito, desde fuera podías ver los balcones con vista de la avenida, era un buen set de fotos en verdad.
— Ven, te voy a presentar a los demás y ya luego vamos a dónde dormirán Sibel y tú —dijo Javi y me tomo de la mano.
Su tacto con mi piel me hacía sentir muy nerviosa, pero al mismo tiempo me encantaba en verdad, era algo suave, y aunque yo sabía que no podía seguir enamorada de él porque él estaba con Barbara... Bueno, al menos disfrutaba de fingir que podíamos ser algo.
Entramos detrás del hombre que Javi presentó como Eude y nos guió hasta un salón o algo así que tenía una mesa de billar y una mesa de ping pong.
Los chicos dentro miraron en nuestra dirección, y tantas miradas me intimidaron a decir verdad, así que me aferré un poco más al brazo de Javi.
— Chicos, mi amiga Elisa —me apuntó— su amiga Sibel... —apuntó ahora a Sib— chicas, ellos son Walls, Errecé, Mister, Chuty, Force, Blon, Kapo y Zasko —dijo tantos nombres tan extraños que yo solo asentí, aunque no me aprendí nada.
Ellos me miraron sonrientes y yo solo pude hacer lo mismo, la verdad... Estaba muy nerviosa de conocer este lado de Javi, está faceta suya que desconocía.
— Así que ella es la famosa Elisa —se acercó un rubio que fue la primera persona que Javi apunto...— hola Eli, dime Ginés, Walls es solo mi aka —me tendió la mano. Sonreí un poco forzado y le saludé de vuelta, este me dió dos besos y se alejó un poco aunque sin soltar mi mano. — Hola Ginés... —pensé como decirlo sin sonar grosera— no me llames Eli de nuevo, es que lo odio un poquito —hice una seña con mis dedos y reí tiernamente.
Hizo puchero y rió. — pero que monada de tía, Javi —miró a mi amigo que nos miraba con una cara de poker— vale, Elisa, no te vuelvo a decir Eli. —asintió— ¿Por qué no te gusta? —preguntó. — Duré muchos años en Inglaterra y todo el mundo me llamaba Eli porque mi hermano mayor me dice Eli, y todos pensaban que me llamaba Elizabeth cuando en realidad me llamo Elisa y esa un fastidio tener que explicar qué mi nombre era Elisa y que no era un apocope de Elizabeth. —hablé un poco rápido y alcé los hombros al final.
Él solo soltó una risa y sonrió de nuevo en mi dirección.
— Pero que ternura —soltó, sentí que mis mejillas se calentaron poquito. Era un chico bastante atractivo la verdad, me gustaban sus ojos así de entrada y parecía muy seguro lo cual siempre era algo notable.
— bien bueno, juguemos algo —interrumpió Javi y me jaló hasta la mesa de Ping pong— juegas? —preguntó, asentí. — ¿Contra ti? —pregunté, él asintió— ¿estás listo para comer el polvo? —solté una risa mientras que tomaba la paleta y la giraba un poco en mi mano.
Javi no sabía muchas cosas de mi, como que uno de mis pasatiempos favoritos en Inglaterra era jugar al ping pong contra Simon. Ganando 46 de 50 partidas jugadas, perdí las cuatro para que dejara de llorar mi hermano mayor.
— Soy el mejor de aquí después de Ginés, pero venga —soltó alzándose un poco, yo solo solté una risa y rodé los ojos. — ¿Quieres hacerlo más interesante con una apuesta? —pregunté, él dejó la paleta sobre la mesa y se recargó. — ¿Tan segura que quieres apostar, Elisa? —preguntó, reí y me recargué también en la mesa. — sí, ¿Qué propones? —entrecerré los ojos, Ginés se metió en la conversación poniéndose en medio de la mesa sobre ella. — bien, propongo que —habló, Javi y yo lo miramos— dado que al parecer Javier, y lo dejó explícito en el grupo, no quiere dejarnos salir contigo ni tener tu número bajo ninguna circunstancia —me miró a mi, sonreí y alcé las cejas— si Javi pierde, nos dejará hacer todas esas cosas —apuntó ahora a Javi que lo miraba como si quisiera matarlo— y si Javi gana... —pensó, un pelinegro se acercó a la mesa. — Si Javi gana Elisa tendrá que llevarlo a cenar en plan... Cómo si fuese una cita romántica sabes —propuso este, solté una gran risa— soy Bruno por cierto, que lo de Kapo no me va del todo —asentí sonriente. — ¿Qué dices Javi? —lo miré desafiante. Este sonrió un poco nada más y asintió. — Prepárate para pagar mi cena y llevarme a un lugar bonito —dijo retador — y tú prepárate para verme invitar a tu amiga a salir después de esto —dijo Ginés, me guiñó un ojo y se apartó de la mesa.
Chemi nos pasó una pelota y comenzamos a jugar.
• • •
— Bien, el que gane este punto gana la apuesta —dijo Ginés emocionado. La verdad es que Javier era bueno, pero no iba a perder de ninguna manera, le estaba dejando ganar un par de puntos para que no se desanimara.
Saqué yo y Javi remató la pelota, no quería tomarme mucho tiempo así que do un golpe certero mandando la pelotita a la orilla de la esquina haciéndola rebotar en la mesa de modo que Javi ni siquiera la alcanzó.
Dejé la paleta sobre la mesa, caminé lentamente hasta quedar frente suyo y me eché a reír.
— te gané, te gané, te gané, te gané —comencé a presumir al tiempo que brincaba emocionada y le tocaba la cara.
Javi tenía cara un poco divertida, como que quería reírse pero al mismo tiempo quería seguir pretendiendo que estaba molesto.
— perdedor, perdedor, eres un perdedor, yo te gané —seguí bailando cerca suyo.
En un movimiento inesperado Javi me tomo de la cintura haciéndome quedar quita y me pegó a él.
— felicidades campeona —susurró cerca de mi cara y luego sonrió, yo me quedé sin palabras igual que todos los demás en el lugar.
