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Toda la noche me la había pasado llorando en silencio recordando la cara de sorpresa de Elisa, yo creía que le gustaba, yo estaba convencido de aquello pero al parecer no era así

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Toda la noche me la había pasado llorando en silencio recordando la cara de sorpresa de Elisa, yo creía que le gustaba, yo estaba convencido de aquello pero al parecer no era así. Había apostado y había perdido, y me dolía inmensamente el pecho.

Pablo había tratado de hacerme sentir mejor pero le pedí que no lo hiciera porque quería llorar por muchas horas, incluso Yerar había tratado de ayudar pero tampoco logró mucho.

Lo más que pude hacer fue quedarme toda la noche fumando hasta que amaneció y supe que era momento de hacer maleta para volver a casa, tendría que compartir tren con ella en un viaje de dos horas cerca de ella sin poder hablarle porque cada vez que la veía de mi boca solo querían salir palabras estúpidas. La quería tanto y me dolía tanto no ser correspondido.

De igual forma planeaba terminar con Bárbara porque Elisa tenía razón, no era justo que yo estuviera con ella mientras era consiente de que mi corazón le pertenecia a una sola persona que además no me miraba de la misma manera, debía trabajar en superarla antes de sumergirme en otra relación.

Cuando finalmente terminé de meter en la maleta todo lo que estaba fuera de esta, y asegurándome de que no dejaba nada en ningún lugar, bajé hasta el lobby y me senté en el sofá a esperar a los demás.

No tardaron nada y en menos de 20 minutos los chavales estaban al rededor de mi, supuse que Pablo les explicó que no quería hablar porque ninguno preguntó nada, solo se sentaron a mi lado y me dieron un abrazo que me ayudó un poco. Después de todo esta era mi familia, y la familia te apoya.

Unos minutos después, las chicas se unieron a nosotros y me costó un inmenso trabajo mirar a Elisa a los ojos, se notaba que tampoco había dormido mucho y se veía demasiado decaída, como si hubiese llorado.

¿Pero por qué lo hacía si la que no había querido nada había sido ella? No entendía nada, en verdad y me frustraba no entenderla. No lograr descifrarla como antes.

En un mismo Uber subimos Yerar, ella, Sibel y yo, el camino fue silencioso e incómodo, y al subir al tren, me dispuse a mirar a la ventana mientras escuchaba que Sibel y Yerar conversaban un poco.

Elisa tampoco participaba en la conversación, le dediqué una mirada rápida solo para darme cuenta que iba mirando el móvil mientras texteaba, al parecer por el reflejo con Simon. Llevaba una mala cara y no tenía una expresión.

Poco después bloqueó el teléfono y me miró de vuelta, nuestras miradas chocaron y sentí todo el dolor que llevaba ella dentro. No sabía que le dolía, ella me había rechazado, ¿Por qué eso podría dolerle a ella?

Alejé mi vista de ella y volví a ver por la ventana conteniendo mis ganas de volver a llorar. Había vuelto el Javier frío y sin sonrisa en el que me había convertido cuando ella se fue. Solo que esta vez no se había ido, aunque sí dolía el pecho como cuando ella ya no estaba acá.



Afortunadamente, el viaje acabó en algún punto, y volvimos a compartir Uber del que no bajé, nos despedimos con un simple "adiós" y la vi entrar a su edificio mientras tiraba de su maleta y Sibel hacía lo mismo a su lado.

Yo me quedé serio, aunque igual de desanimado que antes y al llegar al departamento me metí en mi habitación a llorar como había querido hacer desde que la había vuelto a ver.

Sin duda alguna lo peor que podía pasarle a alguien era enamorarse de su mejor amigo porque casi nunca funcionaba, era tan raro y a la vez tan doloroso que la gente confundiera el cariño que nos dan los amigos y lo creas amor, para que luego cayera como valde de agua helada que no era así.

No sabía en qué punto, pero mis ojos se habían cansado de llorar y mi cuerpo se había quedado abrazado a aquella almohada para permitirme dormir.

Sabía que lo necesitaba porque la noche anterior no había dormido una mierda y era probable que me la pasara haciendo eso toda la semana.



Mis ojos se abrieron con mucho trabajo, me ardían como el infierno y los sentía aún un poco inflamados de tanta lágrima que había salido de ellos.

Me levanté de la cama, me lavé la cara y salí de mi habitación topándome con Yerar que me miraba apenado.

- Estoy sorprendido de que Elisa hubiese hecho eso, Javi, porque te juro que yo la veía súper segura cuando me dijo aquella vez que le gustab... -lo miré y lo callé con mi mano.

No quería que siguiera alimentando mis ganas de que ella me quisiera con esas mentiras que había escuchado toda la vida y que eran en parte lo que me habían hecho pensar que tenía una oportunidad con ella.

- no Yerar, Elisa no siente más que amistad por mi, y ahora probablemente ni eso, porque lo he arruinado todo. Seguramente no querrá volver a hablarme, vamos a volver a lo de antes, donde yo no tengo expresión, dónde yo no puedo ser completamente feliz y ella parece estar ausente de mi vida -solté, me dolía de sobremanera pensar que la tenía tan cerca de mi, y que al mismo tiempo era imposible ir a verla ahora.

Porque yo sabía que no era lo mejor, solo nos haría más daño, sobretodo a mi, me haría demasiado mal seguir insistiendo en algo que simplemente no iba a pasar. Pero lamentablemente ya me había enamorado de ella, y eso era algo tan difícil de superar, perder el amor por alguien era casi imposible.

Sobretodo alguien como Elisa, que había vivido a mi lado un montón de años, a quien conocía demasiado bien, una persona que era maravillosamente increíble, una chica fantástica y hermosa... Jamás podría, ni soñando, dejar pasar el amor que le tenía, porque este era un amor frustrado y encerrado que ahora no quería abandonar mi corazón...

Estaría eternamente enamorado de ella.

Frío - Bnet (🆃🅴🆁🅼🅸🅽🅰🅳🅰)Where stories live. Discover now