Veintidos

1K 113 32
                                    

Crawford Kim Rose

Casi ni siquiera podía estar de pie, así que tratar de llegar a cualquier lugar se me hacía complicado.

Jungkook se había pasado toda la noche hablado con todo tipo de personas, pero sin dirigirme la palabra a mi.

Supongo que en otro momento eso me hubiera dolido más, sin embargo ahora trataba de no pensar mucho en eso y sin importar nada me había mantenido a su lado tal y como lo había pedido.

-No habló enserio- rio -eres la chica más hermosa que he visto- ni siquiera sabía cuánto tiempo estábamos ahí sin embargo era la tercera chica a la que le decía la misma frase, se lo dijo en su oído sin embargo era consiente de que lo escuchaba. Pero en realidad ya no trataba de adivinar si lo hacía por molestarme o sólo era una coincidencia.

Solo quería regrese a casa y volver a dormir tanto como pudiera.

Pero si creía que las cosas no podía empeorar luego se presentaron ellos dos.

Jin y esa chica, tomados de la mano y luego la actitud Jungkook diciendo que los saludará mientras decía que eran pareja solo para intentar lastimarme.

Aquello no era para mí, no podía seguir un minuto más en ese lugar.

Había logrado decir unas palabras más antes de alejarme de ellos.

Mi corazón palpitaba fuertemente y mi estómago daba vueltas, sentía que las paredes se cerraban y que todo el mundo me miraba, ellos sabían lo que era, sabían quien era y todo lo que había hecho, y negaban con la cabeza, yo no era digna de ese lugar ni de estar ahí.

-Te lo dije Rose- la voz de mi madre se hacía presente en mi cabeza y se repetía una y otra vez, como si esta estuviera presente y me lo susurrara al oído.

-Lo se- replique corriendo hasta salir de la casa -Ya lo sé Madre.

-Hey... Rose.

-Lo se.

-Rose- Fue ahí cuando sentí una mano sobre mi brazo y tuve que girar mi rostro para ver a la persona que lo había dicho aquello-¿Estas bien?- cuestionó acercándose a mi.

-Ella no deja de hablar- repuse tocando mi cabeza y tirando de mi cabello -Ya lo sé mamá- replique esperando que eso la callara -No puedo respirar, me falta el aire- sentía que mi garganta se cerraba y que mi nariz dejaba de funcionar, lágrimas caían por mis mejillas y apretaba la manos de Jin.

-Hey... mírame ¿si?- replicó este acariciando mi rostro -Mírame y escucha mi voz solo concéntrate en el sonido de mi voz y en nada más... solo en mi voz, nada más es real- y realmente trataba de hacerlo -Vamos respira, inhala y exhala, inhala y exhala.

Lágrimas aún caían por mis mejillas pero ahora Jin las limpiaba, usando sus pulgares mientras dejaba caricias sobre mi rostro.

-Eso así está bien, escucha solo mi voz- recalcó.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que pude estar bien otra vez y durante ese tiempo Jin permaneció conmigo, ni siquiera había notado que mis manos aún se aferraban a la suyas.

-Estoy aquí- había concluido abrazándome y permitiendo que llorara en su pecho.

Pasaba su mano por mi cabeza y con sus dedos peinaba mi cabello.

-¿Podríamos quedarnos así un minuto más?- rogué aferrándome a su cuerpo.

-Todo lo que necesites- explicó este besado mi frente y volviendo a dejar que mi rostro se escondiera en su pecho.

Fue ahí cuando aquellas memorias regresaron a mi, todas la veces que sentí que moriría y él había estado para mi, todos esos momentos de vulnerabilidad donde esté había mantenido su cuerpo junto al mío y las veces en las que después del sexo me acunaba en sus brazos haciendo que todo a mi alrededor desapareciera.

-Estoy aquí para ti.

-¿Lo prometes?- cuestione recuperando el aliento.

-Lo prometo.

Y por ese momento supe que no necesitaba más y en realidad no quería nada más que eso.



-¿Como lo supiste?- cuestione mientras caminábamos.

-Tus manos, tú forma de respirar y tu mirada... creí que ya no te pasaba- dijo este suspirando.

-En realidad se fueron por un tiempo, pero creo que últimamente quieren regresar- aquello solía ser muy recurrente cuando apenas me había mudado ahí y al conocer a Jin este de cierta manera había ayudado a que esto dejara de pasar, sin embargo en los últimos meses empecé a notar que habían días en los que mi mente analizaba una idea y la repetía otra vez, mezclado a las noches en vela, aquello volvía a aparecer.

Pero ninguno se había sentido como él de ahora.

-Podrías volver a terapia- replicó Jin tratando de ayudar.

-No tengo tiempo para eso- pero en realidad sí que lo tenía, sin embargo me asustaba el hecho de volver a pasar por todo aquello, a veces los días eran malos y me gustaba pensar que a la mañana siguiente todo estaría bien.

-¿Si quieres podría ir contigo?- dijo este tomando mi mano.

-Que propósito tiene, si todo seguirá igual- replique justificándome y restándole importancia.

-No, será igual por que lucharemos juntos para que estes bien- insistió.

-¿Y tú acaso estás bien?- cuestione sabiendo que no se puede apoyar a alguien que está mal, si tú no estás bien, porque si tratas de hacerlo ambos podrían acabar cayendo.

-Entonces si quieres ambos podríamos ir a terapia- contraataco este.

-Siempre has sido así- dije riendo y negando con la cabeza ya que aún recordaba lo perseverante que era.

-Te vez mucho más hermosa cuando ríes- expreso haciendo que un cosquilleo apareciera en mi -Amo cuando tus mejillas toman ese color- ni siquiera había notado que ahora mis mejillas se habían tornado de un color rojizo. Y este otra vez llevo sus manos a mi rostro acariciadolo.

Y que bien se sentía eso. Su cercanía y la cálida forma de ser de él.

-¿Podrías abrazarme una vez más?- cuestione pero este ni siquiera dio una respuesta. Simplemente lo hizo.

Mientras volvía a besar mi frente.

-Esta vez no me rendiré- susurró en mi oído -Te lo prometo.

FORBIDEN |+18|KSJ|JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora