Completamente Mio

Ladrieen

Por fin llegó el domingo, estos con días con Adrien han sido aliviadores, el iba a trabajar por las mañana, yo hacia el almuerzo, trabajaba en casa en la tarde y hacia la cena, hacíamos todo en equipo, gracias a las cremas para hematomas, estos han desaparecido, el dolor en mi cuerpo también estaba desapareciendo al igual que las pesadillas, de todos modos el lunes tengo cita con el martes tengo cita con el doctor, y el miércoles con la obstetra para chequear a la bebe, en estos momento me encuentro en el comedor intentando memorizar todo lo de los exámenes de mañana, aunque Adrien quería que faltara, decidí que no, pues no quiero atrasarme. Adrien se dedica a concentrarse en su computadora terminando de chequear unas propuestas de negocios.

-No puedo creer que estoy celoso de unos libros -Adrien intenta llamar mi atención lanzando una galleta, que se deshace en el aire, ensuciándome la blusa.

-Es tu culpa de cierta forma, profesor Adrien -Aclaro limpiándome los pedazos de galleta de mi blusa- Déjame concentrarme -Digo tajante.

-Sé que eres buena estudiante, saldrás bien, así que no te sobre esfuerces -Diciendo eso se levanta para acercarse a mí y plantar un beso en mi frente, es algo que hace mucho y me gusta.

-Tranquilo, de todos modos las chicas vendrán a estudiar y así será más entretenido -Sonrío, desde que estoy aquí me cuida y busca hacerme sentir segura estando siempre al pendiente de mi.

Vuelve a sentarse para continuar trabajando, mientras yo sigo anotando todo lo que creo importante y que podría ir en el examen, quiero impresionar a Adrien y sacar el 20 sin su ayuda, quiero comenzar a ser más independiente, aunque me está yendo bien viviendo con él, creo que lo más adecuado es vivir sola, quiero comenzar a ser independiente. Aunque Adrien es buena persona, aun no somos algo, y prefiero evitar futuros problemas.

Este tiempo he analizado mis acciones, desde que comenzó el embarazo he sido débil, me he dejado manipular y humillar, he confiado demasiado, por el bien de mi niña y el mío, debo comenzar amarme, valorarme, no permitir que algo nos dañe, empezar a ser fuerte y si algo sale mal, levantarme y seguir luchando, pues es lo mejor para mi niña, tener una madre que a pesar de todo la cuide y no permite que algo malo pase, es mi deber cuidarla sobre todas las cosas.

-Un dólar por tus pensamientos -Comenta Adrien obligándome a verlo.

-Valgo más que un dólar -Me burlo de su comentario.

-Vales tanto, que ni con todo el dinero en el mundo podría comprarte -Sonríe gentilmente.

-Siempre sabes que decir -Niego sonriendo, Adrien tiene la cualidad de decir cosas bonitas constantemente, le sale muy natural, espontaneo.

-Todo sale de mi corazón -Me guiña el ojo coqueto.

Abría la boca para contestar, pero fui interrumpida por el sonido del timbre, al parecer las chicas ya habían llegado.

-Yo voy -Adrien se levanta para ir abrir la puerta.

-Marieee -Grita Alexandra haciendo a un lado a Adrien de forma brusca para entrar.

-Alexandra compórtate -Regaña Laura- Adrien disculpa.

-Tranquila, es igual a Dean -Responde riendo y tiene razón.

-Vengan, siéntense, vamos a estudiar -Señalo las sillas para que estas se sienten.

-Que aburrido -Se cruza de brazos Alexandra - Al menos sé que pasare el examen de la materia Adrien, los otros al menos espero sacar un 14

-No te puedes enorgullecer de eso, debes estudiar Alexandra -Vuelve a regañarla Laura.

-También es culpa de Adrien, es un alcahueta -Miro mal al mencionado.