La Lista ▪︎BrightWin▪︎

03

Lágrimas vuelven a caer por mi rostro, de seguro mi maquillaje quedo arruinado. Y tanto que me costó hacerlo.

—Oh, chico, no llores—reconozco la voz de Mike que se acerca a mi.

Ya está, estoy muerto y tengo a cinco ángeles a mi lado.

—Toma—me dice Bright dándome mi ropa interior, no me muevo, no puedo hacer nada—¿Quieres que me lo quedé? Por mi encantado, me gustan los dibujitos que tiene.

Mi cara arde, todos se ríen de mí.

—Es lindo, Bright yo también necesito uno—dice Gunsmile—Me quedará ajustado, como me gusta.

Más risas por parte del público.

—Ya chicos, el tiempo se nos acaba—dice Frank por primera vez.

Bright se acerca aún más y pasa su mano por delante de mis ojos, mis ojos siguen su mano, noto como sonríe suavemente.

—¡Estas vivo! ¡No has muerto!

Aparta la mano y sonríe victorioso, estos chicos son... increíbles, y de alguna u otra manera consigo sonreír y a moverme.

Gunsmile hace una reverencia hacia Bright mientras que TopTap le pega en la cabeza.

—No es por echarte—habla Frank—Pero el concierto acaba en una hora y todavía tenemos que tocar más canciones, así que deberías volver a tu lugar y disfrutar lo que resta del concierto.

—¡Pobrecito! Nos ha lanzado su ropa interior y tú lo único que haces es echarlo—dije Bright a modo de broma—Pero es verdad, si tienes que bajarte... pero...

—Ya dejen al niño en paz—dice Mike—Bueno, si tienes que irte pero no pasa nada... eso creo.

Ríe un poco y mira a alguien atrás de mi, volteo y es el mismo guardia que me ayudó a subir, lo sigo igual.

Los chicos se despiden de mi con un movimiento de mano y Bright me guiña un ojo, si, definitivamente con esto ya había muerto.

Pero no, sigo vivo.

Consiguió sonreírle justo cuando el guardia me devuelve a mi lugar.

El precio de la entrada si valió la pena. Llegué más lejos de lo que había pensado. El plan de la boda y tener un perrito seguía en pie.

Cuando llegó a mi lugar, gente que no conozco se avienta sobre mi felicitandome por atreverme a lanzar mi ropa interior. Y sin darme cuenta comienzo a llorar mientras abrazo a la misma chica que sacudí hace rato. A fin de cuentas, solo soy un fan más que ha tenido su minuto de gloria, y que ha hablado con ellos, seguramente ya hasta se habrían olvidado de mi.

Pero yo recordaré este momento por siempre.

Vuelvo a recapacitar, ¿por qué rayitos no les hablé? Solo me quedé parado como un tonto en medio del escenario con cientos de personas viéndome, tal vez hasta insultandome por no hacer nada. Debí hablar con ellos, abrazarlos y tal vez, hasta besar a Bright sin importar que el guardia me echara. Con eso, mi propósito en esta vida estaría completo. Pero no, solo me quedé como una estatua sin hablar, porque a mi cuerpo no le dio la gana moverse.

—No lo puedo creer—dice la chica a la que abrace y sacudí.

No le pregunté su nombre porque la verdad no me interesaba, y porque simplemente no la volvería a ver.

—¿Qué?

—¡Estabas arriba! Ya has ganado en esta vida.

—¡Lo sé! Aún no me lo creo.