El solo quería tener una bonita historia de amor como todo mundo, pero, ¿cómo vives una historia de amor si no estás enamorado?
Aunque bueno, si que estaba enamorado, más o menos...
Amaba desesperadamente a su ídolo, Bright Vachirawit Chivaaree, un...
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—Y ahora no sé que hacer—terminó de decir.
Estaba con Drake en una cafetería cercana, y le estaba contando sobre la que cosa que me quitaba el sueño estos últimos días, podría decir que el apetito, pero ese no se iba. Creo que hasta aumentaba, cuando estaba nervioso me daba hambre.
Pero Drake no dice nada, alzo la mirada y veo que está más concentrado en su celular que en mi. No nos veíamos desde hace tiempo porque él tenía trabajo y yo no quería interrumpirlo. ¿Qué era más importante?
—Eres un idiota—digo.
Solo asiente con una sonrisa, no me ha escuchado, una sonrisa maliciosa se instala en mi rostro.
—Yo fui quien se tomó ese vino que tanto apreciabas—me siento correctamente y me cruzo de brazos.
Y como si hubiera salido de un trance, lentamente alza la cabeza mirándome fijamente como si quisiera matarme. Por lo menos con eso había llamado su atención.
—¿Qué tu hiciste qué? ¡Ese vino era del extranjero! ¡Y me lo regalo mi padre!—alzó la voz y masajeó el puente de su nariz.
Ops, le había provocado otro dolor de cabeza.
Solo pude encogerme de hombros, eso había pasado hace tiempo, ya no tenía sentido enojarse.
Si trato de ocultarlo de mi, no fue muy bueno, sabía muy bien cuando estaba nervioso. Evitaba la mirada y mordía su labio. A veces hasta movía el pie o sus dedos.
—Con nadie.
Me acerqué de manera que nuestros rostros quedaran a cinco centímetros de distancia, algo me ocultaba este chico cejón.
—Drake...
—Bien, bien, te lo diré, pero por favor aléjate—puso sus manos en mis hombros y me dio un leve empujón.
Me senté correctamente, Drake suspiro y después de un largo silencio, por fin hablo. ¿Tan difícil era contarme? Yo le contaba todo lo que me sucedía con tanta facilidad.
—Platicaba con Frank—
Y oh Dios, ¡sus mejillas se pusieron rojas! ¡Nunca había visto a Drake así! Esto era nuevo, algo que debí haber fotografiado, lástima que no pude hacerlo.
Solté un gritito de emoción, y el solo se hundió más en su asiento, tal vez sintiendo pena ajena.
—¿Puedo ir planeando la boda?—dije mientras aplaudía.
—No exageres, Win. Apenas nos estamos conociendo—negó varias veces.
–Con razón Frank usaba su celular más de lo normal—murmuré.
