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Nota: por favor lean lo que esta al final del capítulo, es importante.

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Los días siguientes pasan con mucha tranquilidad, y por fin es hora de volver a Tailandia, Mild no había vuelto a aparecer así que no había de que preocuparse. Y había disfrutado el viaje, aunque los chicos aún tenían conciertos que dar, me divertí explorando Filipinas, debí haber traído a Drake conmigo.

—¿Puedo quedarme contigo?—me pregunta Bright mientras me abraza por la espalda y recarga su mentón en mi hombro.

Ha estado cariñoso desde que arreglamos el problema con aquella loca, ugh, tan solo pensar en ella me daba dolor de cabeza.

Mejor me concentro en Bright, si, el es mucho mejor y justo ahora parece un niño pequeño.

—¿No tienes trabajo que hacer?—

—Nop, tengo días libres, ¿verdad?—le pregunta a su mánager, este asiente.

Vuelve a mirarme, oh diosito, no puedo resistirme a su mirada de cachorro que me da.

—Bien, puedes quedarte conmigo, pero si mis padres te hacen preguntas embarazosas será tu culpa—

—¡Si, conoceré la mansión de Win!—chilla y si no hubiera personas presentes, pienso que hasta habría dado brinquitos.

—Que no es una mansión—vuelvo a repetirle.

—¿Me perderé? ¿Hay una gasolinera de camino a la puerta principal?

Suspiro frustrado, a Bright le gusta mucho molestarme con el tema de mi familia rica, pero no es para exagerar. El también tiene dinero, ¿no? Y sé que no lo hace para burlarse o algo por el estilo, pero de alguna manera llegaba a molestarme que insistiera mucho con el tema.

Llegamos a Tailandia en cuestión de horas, nos despedimos de los chicos que no dejan de bromear, llevamos a mi casa y Bright se da cuenta que no hay un patio gigantesco ni gasolineras como lo imaginó, saco las llaves y abro la puerta de mi casa.

Bright abre la boca asombrado, sus ojitos brillan, y comienza a mirar todo con detalle.

—Joven Win, sus padres no están pero vendrán para la cena—dijo una de las empleadas.

—Gracias, estaré arriba con mi amigo. ¿Podrías llevarnos algunos aperitivos?—pedí.

—Claro, joven.

Y se fue, Bright abrió más la boca. A este paso, una mosca entraría.

—Cálmate, vamos—agarré su mano y el se dejó guiar.

Entramos a mi habitación, pero... oh rayos, ¡mi póster! Se me había olvidado por completo que tenía uno de Bright, ese póster que me miraba fijamente cuando quise tener sexo con Luke y el cual me veía cada que me cambiaba de ropa.

Escucho la risa de Bright al ver su rostro en mi pared, siento más vergüenza ahora que cuando lance mi ropa interior.
Trato de evitarlo así que agarro su pequeña mochila y la dejo en una esquina.

Comienza a recorrer la habitación, me siento avergonzado, pasa el dedo por el estante en donde tengo algunos libros y sus álbumes. Después se queda viendo una pizarra de madera donde hay fotografías mías y de Drake.

Unos toques en la puerta interrumpen el cómodo momento que se comenzaba a formar.

Salgo y la misma chica de antes sostiene una bandeja con algunas galletas y algo de café. Le agradezco y ella se retira, finalmente cierro la puerta y dejo la bandeja en un mueble.

La Lista ▪︎BrightWin▪︎Where stories live. Discover now