La Lista ▪︎BrightWin▪︎

14

El mundo pareció detenerse, el ruido de los autos al pasar en la calle, dejaron de escucharse. Solo estábamos nosotros dos.

Sus ojos brillaban y lucían demasiado sinceros, ninguna fotografía o pintura podrían capturar su belleza. Simplemente, Bright era único en todo sentido, tan etéreo.

Dios o la suerte se volvían a ponerse de mi lado.

—Bright...—logré decirle.

Traté de darle una de mis mejores sonrisas y me lancé a abrazarlo. El me estrechó igual, es como si no necesitáramos más palabras para decir lo que sentíamos. Una pequeña risa de escapó de mis labios, volvía a sentirme feliz.

Se alejó un poco de mi, acarició mi mejilla, parecía que quería guardar una imagen de mi en su mente, y yo debía estar horrible de haber llorado tanto.

—Lloré por tu culpa, hazte responsable—le dije e hice un pequeño puchero.

Soltó una risa, era el sonido más maravilloso.

—Lo haré.

Si tuviera que describir este momento con una palabra, sería mágico, porque sentir sus labios junto a los míos, se sentía como eso, magia.

Parecía que nuestros labios estaban hechos el uno para el otro, encajaban perfectamente. Estaba besando a Bright Vachirawit, mi ídolo. Y no me había desmayado. Todo un logro.

Me sentía como en un cuento de hadas, solo me faltaba alzar mi pie hacia hacia atrás, pero eso sería demasiado, cuando nos separamos, el tiempo seguía avanzando, pero yo no lo sentía así. La sonrisa no dejó mi rostro, este era el momento por el cual había estado esperando y con el que había soñado.

¿Significaba que comenzaba a salir con Bright?

—¡Vamos!—la voz de alguien sonó detrás de la puerta principal, me hizo pegar un brinquito—¡El concierto comenzará pronto!

—¿Quién es?—le pregunté a Bright.

—Mi mánager—suspiró—Tú vienes al concierto, ¿verdad?

Oii no podía resistirme a su mirada de cachorro que me estaba dando. El examen por el cual tendría que estar estudiando ahora, dejo de importarme. No, realmente nunca me importo ese examen.

—No sé... aún tengo que estudiar para un examen importante—le dije fingiendo preocupación.

Pero solo quería que me rogara un poco. Me sentía malvado.

—Vamos, no creo que ese examen te importe.

¿Cómo lo sabía?

—Si fuera importante no hubieras venido aquí—dijo como si fuera lo más obvio.

Solté una risa algo tonta.

—Cierto.

Depositó un suave y pequeño beso en mi frente, aunque para eso tuvo que ponerse un poco de puntitas. Hago un esfuerzo por no reírme de lo tierno que fue eso.

Me coge de la mano y abre la puerta.

Afuera está su mánager, Mike y Gunsmile, los dos últimos tienen una gran sonrisa que se hace más grande al ver que estamos agarrados de las manos. Siento mi rostro caliente.

—¿Se han arreglado?—pregunta Guns, y Bright asiente.

—¡Que bueno! Así ya no tendremos que soportar su aura depresiva—dice Mike bromeando—¿Que va a pasar con MikeBright? ¡Me estás engañando, infiel!

—Nunca existió el MikeBright.

—¿Qué pasó con las promesas que me hiciste? ¡Dijiste que me amabas!—abraza a Gunsmile mientras finge llorar.