Narra Sugawara
La pobre chica se había sobresaltado por nuestro grito.
Era obvio que todos pensáramos lo mismo, nuestras mentes estereotipadas nos hicieron reaccionar de esa manera ya que siempre pensamos que iba a ser alguien igual a él o una chica que estuviera más baja de estatura... Pero... ¿Una chica más alta que yo?
– ¡Lo siento! – exclamó la chica mientras hacía una reverencia de disculpa – Yo sólo quería pedirles ayuda, pero si no están dispuestos a ayudarme no los juzgaré. Ahora me voy a retirar...
– ¡No, por favor! ¡Disculpa por nuestra reacción! – se apresuró Daichi haciendo también una reverencia de disculpa – No era por ti, fue por otra cosa, así que por favor, háblanos con confianza.
– ¿Están seguros? No los quiero molestar.
– No lo estás haciendo, dime ¿Qué era lo que nos estabas diciendo?
– Bueno, sólo quería saber si ustedes saben dónde están los chicos de Datekou – dijo ella con una leve sonrisa. Debía de admitir que ella era demasiado tierna a pesar de su estatura – Es que hace rato fui por algo pero al parecer no me esperaron y me perdí.
– Oh, ya veo. De hecho, hace unos minutos nos los encontramos. Si quieres te podemos acompañar hasta allá aprovechando que también vamos a aquella cancha...
– ¡Daichi! ¿¡Qué estás diciendo!? – le recargué mi brazo en su hombro – ¡Recuerda que el entrenador nos pidió que teníamos que calentar afuera de la cancha para que no nos pusiéramos nerviosos!
– Sugawara, estoy muy seguro que el entrenador no nos dijo eso...
– ¡Es que tú estabas hablando con tu amiguito de la infancia! – dije mientras hacía movimientos exagerados – Es por esa razón que no lo escuchaste.
– Pero...
– Daichi – me acerqué a su oreja y le empecé a susurrar – ¿Quieres unos momentos de paz o seguir escuchando los gritos de Nishinoya? Aparte, le estaríamos haciendo un favor.
– Sugawara, ya dije que...
– ¡Por el momento nosotros no te podemos ayudar ya que tenemos asuntos pendientes! – agarré a Nishinoya de su sudadera y le di un empujón hacia la chica – Él te puede ayudar a llevarte donde están tus compañeros, te veremos después, Nishinoya ¡vámonos!
Con una mano empecé a empujar a Daichi mientras que con la otra le jalé de la oreja a Tanaka que se quedó embobado con el crush de Nishinoya.
¿Quién iba a creer los gustos de Nishinoya?
Me voltee para asegurarme que Nishinoya estuviera cuerdo ante lo que estaba sucediendo. Él se volteó hacia nosotros y me miró. Yo le guiñé un ojo a la cual él me lo correspondió con una sonrisa.
* Yo sé que tú puedes, Nishinoya*
Al girar en una esquina, solté a Tanaka de la oreja y dejé de empujar a Daichi.
Regaño de Daichi en...
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– ¡Sugawara, te dije que nosotros la íbamos a ayudar! ¡No sólo Nishinoya! – dijo Daichi con enojo – ¿Qué tal si él se pelea con un miembro de Datekou o algo parecido?
– No te preocupes, Daichi – le mostré una sonrisa de despreocupación – Dudo que él se comporte de la manera salvaje delante de aquella manager.
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Bésame a mi altura (Nishinoya x Lectora)
फैनफिक्शन"Entonces ella se paró en puntas y lo besó"... ¿Por qué no hay una historia que diga lo contrario? Algo así como "Entonces ella se agachó para poderlo besar mejor" como si todos los príncipes azules fueran siempre más altos que la chica. Pero... No...
