Bésame a mi altura (Nishinoya x Lectora)

Capítulo 14

Narra TN __

En ese día me la había pasado en las nubes. Al menos el prefecto no me había reconocido y los chicos me cubrieron. Después le tuve que agradecerle a Aone por cuidar a Nishinoya en todo momento.

Y lo mejor de todo es que se supone que hoy también iba a recoger mi teléfono. El entrenamiento acabó antes, así que, aproveché para ir por él.

– ¡¡Estoy tan feliz!! – dije mientras daba pequeños saltos de alegría – Ya me informaron que ya tienen mi teléfono listo, Koganegawa.

– Vas a volverte a distraer con esa cosa – dijo Koganegawa sin despegarse el juego del nokia – Si no son los mensajes, entonces será este videojuego.

– Mira quién lo dice – la única manera de que Koganegawa me acompañara por el teléfono que se había descompuesto, fue prestarle todo el día el nokia para que jugara ese videojuego de la serpiente – ¿Cómo es posible que no te mueras todavía?

– ¡Este juego lo jugaba demasiadas veces! – dijo Koganegawa con mucha emoción, estaba apretando las teclas con rapidez – ¡¡No voy a perder esta partida!!

– Achu~

– Salu... ¡NOOOO! – Koganegawa hizo una pequeña drama cuando le apareció la puntuación del juego. Él estaba en rodillas y golpeando el suelo – ¡Sólo me faltaba comerme esa bolita blanca y superaba mi récord!

– Lo siento, Koganegawa – me hinqué y le di pequeñas palmadas en su espalda – Pero era necesario, ya llegamos.

Koganegawa recuperó la compostura y me acompañó al lugar. Al entrar, al parecer el señor estaba arreglando otro teléfono. Estaba muy segura que no era el mío.

– Buenas tardes – le dije al señor.

– ¡Ya llegaste! – el señor dejó aquel teléfono a medias y se acercó hacia nosotros – Me imagino que es el teléfono que se mojó ¿cierto?

– Sí, recuerdo que usted me había dicho que ya lo tenía para hoy.

– ¡Por supuesto que lo tengo! – el señor se alejó de nosotros y entró a una pequeña habitación. Al parecer, ahí era donde guardaba otros teléfonos – ¿Me puedes decir tu nombre?

– ¡Sí! ¡Mi nombre es TN__ TA__! – dije mientras sacaba mi alcancía de puerquito de mi mochila – ¿Cuánto va a costar por el arreglo, señor?

– TN__... – dijo Koganegawa con un poco de tristeza – ¿En serio vas a gastar tus ahorros?

Recuerdo que con ese dinero de la alcancía, le había dicho a Koganegawa que sólo la iba a romper para un momento especial. La quería romper para la cita con Nishinoya pero por el suceso del teléfono... ya no tenía de otra.

– No tengo alternativa. Esta es la única manera – estaba preparada para romper mi alcancía hasta que Koganegawa me detuvo – ¿Ahora qué pasa?

– ¡No permitiré que lo hagas! ¡Te esforzaste mucho para que esa alcancía se llenara! – Koganegawa sacó su billetera – Aparte, se podría decir que yo la rompí.

– ¡Ni siquiera sé cuanto va a costar! – me puse nerviosa cuando Koganegawa empezó a buscar en sus bolsillos de su pantalón y suéter – Detente.

– No te haré caso.

– Aquí está el teléfono – el señor había regresado con mi teléfono – Pude recuperar los contactos. Aquí está el ticked. Si hay alguna falla, lo arreglaré con gusto.

– Yo lo voy a... – Koganegawa estaba a punto de sacar su dinero – ¿Eh?

– ¡Está bien! – con rapidez agarré la cartera de Koganegawa y la aventé al otro extremo de la tienda.