The Truth | HenYang

Epílogo

Respirando el cálido aire que les daba aquella ciudad, XiaoJun y Kun caminaban juntos hacia cualquier lugar que los guiara el destino.

— Ya todo terminó, yo realmente estoy feliz porque por fin puedo estar contigo una vez más y esta oportunidad no lo voy a desperdiciar.

— Eres muy entusiasta, ¿lo sabías?

— ¡Vamos, Kun! ¡Sonríe un poco más!

Ambos rieron y el mayor optó por acariciar el suave cabello de DeJun.

— Cada día me impresionas más, eres sencillamente genial y hermoso.

El menor tuvo un leve sonrojo pero eso no impidió que se tirara en sus brazos para abrazarlo.

— Si coqueteas conmigo entonces tendrás que besarme, ¿no crees?

— ¿Debo hacerlo?

XiaoJun lo fulminó con la mirada y cuando estuvo por separarse hubo unos brazos que lo impidieron y se aferraron fuertemente en su cintura.

— Sabes que solo bromeo.

— Demuestra que no mientes.

El peli azul acercó levemente su rostro al de DeJun y sonrió.

— Eres un mandón.

Y al final, unió sus labios.

Era tan lindo el volverse a ver, sentirse de nuevo, ambos estaban muy felices y quizás nadie podría romper su burbuja.

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— Hen, necesito que me abraces.

— Pero ya lo estoy haciendo.

— Entonces bésame.

Para cualquier persona ese tipo de escenas serían demasiado melosas y no podrían ver todo.

Pero ellos, que pudieron recuperar sus vidas, que pudieron superar el obstáculo más grande del mundo lo veían como un sueño hecho realidad.

Pasar por tanto para luego terminar abrazados y cómodos en un sofá era lo mejor del mundo, ¿qué otra recompensa podrían tener?

— Creo que todo lo que hemos pasado ha confirmado muchas cosas que en seis años de conocernos no sabíamos.

— ¿A qué te refieres, Hen?

— Me refiero a que ahora puedo entender lo que es amar a alguien hasta el punto de hacer cosas inimaginables con tal de verlo de nuevo. Jamás imaginé que estas cosas pasaban en realidad, ¿Creíste que una estrella jugaría tanto con nosotros?

Analizando la vida que debía llevar Ten pues supuso que se divertía haciendo esto, pues él quizás también lo haría.

Pero por ahora no pensaría en ello, digamos que solo quería dormir en el pecho de Hen y nada más.

— Es totalmente descabellado, desde hoy prometo no pedir más deseos.

— Yo solo pediré uno más.

YangYang salió de su estado cómodo y lo miró incrédulo.

— ¿Qué quiere pedir?

— Que seas mío para siempre.

Aliviado soltó un pequeño suspiro y se tiró nuevamente a los brazos del mayor.

— No debes pedir eso, yo seré tuyo por toda la eternidad y tu de igual manera serás mío.

Ambos sonrieron y juntaron sus manos.

— ¿Lo juras?

— Lo juro.

Entonces así terminó su día, con la persona que amaba abrazándolo y besando su frente con sumo cariño.

Así eran ellos y así serían siempre.

Fin.

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Una linda historia, ¿No creen?

A mi en lo personal me ha gustado bastante.

Quiero agradecer por las 1k leídas, ¡no pensé que llegaría a tanto!

También muchas gracias por apoyar esta historia dejando sus votos y comentarios, realmente me hace muy feliz tener opiniones positivas.

Más adelante estaré publicando otra historia, pero mientras tanto haré las debidas correcciones aquí y quedará oficialmente concluida.

¡Cuídense y nos leeremos pronto!