Relaciones de adolescentes

[1] ¿Amigos?

⚠️Aclaratoria⚠️: Se tomarán temas delicados, pido paciencia con el proceso de cada personaje. Recuerda que estas circunstancias lo pasan muchas personas de carne y hueso como tú y como yo. ¡Gracias! Disfruten de la historia.

Capítulo 1: ¿Amigos?.

   Cada día en el colegio Figuera Mendoza sucede una nueva anécdota de la cual siempre se hablará por los pasillos y los patios de dicho colegio.

   En este momento dos chicas estaban peleando fuera del aula de pintura. Las dos protagonistas del espectáculo eran mejores amigas desde hace años, pero da la casualidad que una de ellas resultó ser novia en secreto del ex de la otra chica. Esto obviamente no le agradó para nada a la presunta afectada.

   Todos los presentes miraban a las dos chicas y escuchaban atentos y con claridad los gritos e insultos que ambas decían. Algunos chicos grababan con su celulares, y otros simplemente se reían de todo lo que estaba aconteciendo.

—No puedo creer que en todo este tiempo yo te haya visto como una amiga, eres la peor —decía la afectada.

—No debes de afectarte y ser tan dramática, Regina —decía la otra chica —. Michael y yo nos queremos. Tú lo despreciabas siempre con tu malhumor, nunca lo amaste de verdad.

—¡Eres una traicionera! —gritó Regina cuando procedió a tomar muy fuerte por los cabellos a su amiga, la cual también reaccionó de la misma forma.

   La multitud de estudiantes alrededor de las chicas gritaban:

   ¡Dalee! ¡Daleee!

   ¡Peleaaa!

   ¡No te dejes ganar, Gema!

   Estuvieron así por unos cortos minutos, ya que luego la presencia del profesor de educación física calmó lo que estaba sucediendo. Él logró separar a las chicas con mucha fuerza y rapidez, para así luego pedirle a todos los presentes que se marcharan.

   La multitud de estudiantes se fueron dispersando poco a poco. Muchos abucheando al profesor y otros riéndose de lo que había acontecido.

—Ustedes dos vienen conmigo a la oficina del director, están en serios problemas —les comentó el profesor a las dos chicas, las cuales luego se encaminaron junto con él a la dirección.

   A una distancia prudente se encontraba Antonieta, quien estaba mirando con sorpresa cómo se iban las dos chicas a la oficina del director. Cuando recordó lo que había sucedido hace unos segundos, una pequeña lágrima se le dejó escapar, la cual se deslizaba por su mejilla derecha. Rápidamente se borró esa lágrima, pasando la palma de su mano por su mejilla, procediendo luego a suspirar profundo para así tomar fuerzas.