CUARENTENA - JORI

Día 21

- Jade... - Intenté moverla para hacerla despertar pues el calor comenzaba a subir.

Me costó más de lo que esperaba; entre murmullos y maldiciones terminó por abrir los ojos.

- Te ves devastada –

- Y tú como una idiota, pero eso es todo el tiempo – Respondió – Me duele todo –

- Si, si... Antes de que empieces con tus quejas y tu mal humor, toma esto – Le extendí un par de pastillas y una botella con agua.

- Genial, ahora tendrás lástima por mí... No la necesito, Vega – A pesar de su mal humorado reclamo, tomó lo que le ofrecí.

- No es lástima... Es lo que haría cualquier amiga –

- No somos amigas – Se levantó de mala gana y comenzó a caminar hacia las escaleras.

- ¿No lo somos? – Pregunté sin moverme y ella se detuvo a mirarme.

- No... - Afirmó con gracia – Yo no tengo amigos... Tú misma lo afirmas –

Suspiré pensando en lo complicado que iba a volverse hablar con Jade a partir de hoy. Todo lo que hubiéramos avanzado durante estos días se perdería gracias a la gran estupidez de Beck.

La había lastimado, lo podía ver en sus ojos. Algo había cambiado en su interior.

- No es algo que haya dicho en serio... - Me acerqué con decisión – Tú me insultas y te burlas todo el tiempo, creí que era nuestra forma de interactuar –

No sé si nunca lo había notado antes o simplemente lo ignoraba, pero su mirada, en especial a poca distancia, era demasiado intensa, casi llegaba a intimidarme.

Pero esa misma mirada tenía un doble efecto, además de intimidar, se sentía como si no quisieras escapar de ella.

- No necesito que me estés confundiendo más en este momento, Tori... – Dijo luego de mirarme algunos segundos en silencio - Sólo quiero irme a dormir lo que resta del día... O de la vida –

- Tu aula está destrozada... - Le recordé mientras se alejaba.

- Entonces usaré otra, me da lo mismo –

Decidí dejarla en paz durante el tiempo que necesitara. Es probable que yo estuviera incluso más inquieta que ella, pero no podía hacer mucho al respecto si se cerraba a hablar sobre lo que sentía.

De cualquier forma, yo estaba muy molesta con Beck y su gran idea de existir en el mismo universo que la gente que no engaña a sus guapísimas e inteligentes novias.

Aunque, me molestaba más que yo estaba a su mismo nivel. Haber tenido algo con Jade, aun cuando Beck la engañara, no me hacía mejor persona.

Necesitaba llamar a alguien para hablar del asunto y sabía perfectamente a quien.

- Hola – Saludó mi hermana desde el otro lado de la pantalla.

- Hola... - Saludé intentando que mi ánimo no sonara afectado. - ¿Qué te pusiste en la cara? -

- Es una mascarilla de aguacate – Respondió

- ¿Es Tori? – Se escuchó a mi papá antes de asomarse a la cámara – Hola Tori ¿Quieres decirle a tu hermana que deje de ponerse nuestros alimentos en la cara? nos vamos a quedar sin provisiones - Se quejó

- En esta casa nadie respeta mis rutinas de belleza – Respondió Trina.

- No puedo hacer que Trina deje de ser Trina – Dije yo.