This is war (Carl Grimes y tu) // 3° temporada TERMINADA

Capitulo 22

Sus palabras me llegaron al fondo de mi mente y comenzaron a hacerme cuestionar y ver un montón de cosas de otra manera. Realmente tenía razón. Estaba de acuerdo en varias cosas con él. Pero no podía. Si bien su idea sonaba bien, no me atrevía a hacerlo. Por miedo. En el fondo tenia miedo a lo que Negan pudiera hacer si se enteraba, además estaba al tanto de nuestra misión. Tampoco sentía muy bien la idea de defraudar al jefe de los Quimeras. Si bien se mostró ante nosotros como una persona compresiva y negociadora, cuando amenazó con lo que pasaría si lo llegáramos a traicionar, fue suficiente para tenerle un alto respeto. Y por otro lado, había una parte de mi, que había vuelto a renacer con mi "visita" a Alexandria, generada por Carl y Beth, que me hacía no querer apartarme de su zona. Pero no estaba segura de si el resto iba a querer que volviera.
Empezaba a renacer una parte de mi que creía enterrada. Y también había sido gracias a las palabras de Finn.

- No puedo, Finn, no puedo alejarme. Siento en mí, el peso de deudas que debo saldar. Cuestiones que me han quedado sin resolver. Si tu no quieres seguir, lo entiendo y lo acepto. Este es tu momento, si quieres irte y no volver, estoy dispuesta a ayudarte.

- No. No me voy a ir.

- En serio, Finn, si lo necesitas...

- Es más necesario mi deseo de quedarme contigo, para ayudarte y apoyarte.

- No debes anteponerme a tus necesidades. Sé cuanto quieres irte y alejarte de toda esta mierda. No quiero que por mi no lo hagas. Estaré bien, en serio. Y tu también estarás bien. Y tal vez, alguna vez nos volveremos a ver.

- Antes de ti, lo habría hecho sin ningún problema. Apenas se me diera la oportunidad hubiese escapado. Pero ahora... Contigo aquí, no puedo.. No puedo, ni quiero alejarme.

Rompí la distancia que nos separaba y lo besé otra vez.

- No quiero que hagas esto - susurré sobre sus labios.

- Por más que lo intente, no puedo alejarme de ti, Sia.

Suspiré rendida. Odiaba la idea de que se atara a lo que más odiaba por mi. Quisiera tener la fuerza para olvidarme y alejarme de todo lo que pase en el Santuario y Alexandria, pero no era capaz.

- Bien. Terminemos con esto de una vez y volvamos - dije y me separé de Finn.

- Me parece bien - dijo Finn poniéndose de pie y saliendo fuera de la cabina de fotos. Lo seguí.

- Bien, ¿hacia donde dices que vayamos ahora? - le pregunté.

- Entremos a aquel local, parece grande. Quizá encontremos algo.

Entramos al local que por su nombre "Todo lo que necesites" , asumí que tenia de todo un poco y lo confirmé cuando estábamos dentro. Apenas entramos había ropa, para mujeres, hombres y niños, más adelante electrodomésticos y, en otra parte, muebles y cosas de bazar. Caminamos sigilosamente, el lugar era grande y parecía vacío, pero no debíamos confiarnos. Nos encontrábamos casi al final del local y no habíamos encontrado nada útil ni a la persona que buscábamos. Esto realmente era difícil y ya hasta empezaba a dudar en encontrar a aquella persona misteriosa. Estaba a punto de girar en una esquina pero Finn me detuvo con el brazo. Me miró y apoyo su dedo indice en el medio de sus labios, indicándome silencio. Luego con el mismo dedo, señaló hacia donde me estaba dirigiendo. Al menos unos veinticinco caminantes estaban parados como estatuas. Fruncí el seño y retrocedí dos pasos. Al hacerlo tropecé con algo, cayendo al suelo. Una pila de platos cayó conmigo haciendo un fuerte estruendo. <<IDIOTA, SIA, IDIOTA>>

Miré a Finn alarmada y esté me miro con la misma expresión. Gruñidos comenzaron a escucharse. Finn rápidamente se agacho a mi lado, pero los gruñidos comenzaban a escucharse más cerca nuestro.

- Mierda - maldije y me puse de pie, al igual que Finn.

Un primer caminante apreció en frente nuestro y Finn le clavó su cuchillo.

- ¡Tenemos que salir de aquí! - exclamó.

Comenzamos a correr hacia la entrada del lugar. No podíamos utilizar nuestras armas aquí, no conocíamos el terreno a fondo y no sabíamos si en otros rincones del lugar, había más caminantes esperando a escuchar un simple sonido para aparecer. Teníamos que perderlos de vista y esperar a no encontrar más en el camino, que fueran atraídos por la pequeña horda que ya nos seguía.