La chica del árbol [JENLISA]

Te quiero para toda la vida

—Toma mi mano y ven conmigo

Las palabras resonaban en su cabeza repitiéndose una y otra vez como si de un disco rallado se tratara. Como su poca cordura se lo permitió, bajó del regazo de Lisa, se tambaleó un poco al estar en la tierra firme. Miró a los ojos a la rubia, había algo más en su mirada, no solo era lujuria, había otra cosa, pero no lograba descifrar de que se trataba. Estaba muy confundida, lo mejor era marcharse de ahí y hacer como si nada de eso había pasado, no podía permitirse sufrir de nuevo. ¿Pero por qué no lo decía? ¿Por qué no podía negarse? 

—Yo... vine con Taehyung...—Fue lo único que pudo decir, por un momento había olvidado al joven.—Yo no...

—Sé que vienes con él. —Lisa se puso de pie superando la altura de Jennie gracias a las zapatillas.—Esperaba la oportunidad de estar a solas contigo...—Acarició la mejilla de la pelinegra, la vio cerrar los ojos y recostar su rostro en la palma de su mano.—Por favor Jennie, olvidemos todo.

—Lisa de verdad no quiero...—Jennie no podía ni siquiera terminar aquellas palabras. Los dedos de Lisa trazaron sus labios con una lentitud que mataba.

—Te espero en mi auto Jennie, te doy 5 minutos.—Abrió los ojos al escuchar sus palabras, sentía como sus palabras sonaban lastimeras.— Si no llegas, prometo dejarte en paz, para siempre.

En un abrir y cerrar de ojos Lisa ya no se encontraba en su campo de visión. Se tambaleó un poco, se sentía demasiado abrumada. Su mente maquilaba a mil por hora buscando una solución. No se tenía que ser un genio, su lado racional y cuerdo le decía que debía de pasar esto, no ir al auto de Lisa y que esta la llevara lejos. Pero... su lado masoquista, el lado que todos los humanos tenemos, aquél en donde el dolor parece ser la cosa más perfecta del mundo, le indicaba que se fuera con la rubia.

Caminó de un lado a otra, sabía que poco a poco el tiempo se le acababa. Caminó directo a la mansión, era una estúpida, claro que lo era, pero ¿Quién no lo ha sido alguna vez en su vida?. Jennie no era más que un simple humano irracional .  A lo lejos pudo ver a Tae, con paso veloz caminó hasta donde se encontraba, pudo ver que seguía charlando con el mismo con el que lo había visto hace unos minutos.

—Tae...—Llegó hasta él y se giró para encarar a Jennie.

—Jennie, tardaste un poco.—Le sonrió de oreja a oreja.—En fin, te presento a un viejo amigo su nombre en Jungkook...

—Es un placer conocerla señorita Kim.—Jennie no lo notó, pero el joven castaño le había regalado una mueca.

—Lo mismo. —Se sentía muy mal por lo que haría, pero al menos Tae tenía compañía.—Tae, necesito marcharme.

—Oh, por supuesto.—Quizás no había sido muy clara, ya que el joven pelinegro miró a su amigo disculpándose por su repentina partida .—Lo sie...

—No Tae. —Negó con la cabeza, quería sonar lo más amable posible. Era una perra, ella lo sabía.—Pediré un auto de la revista, tengo que pasar por alguien y bueno, no quiero molestarte, te ves muy cómodo con tu amigo.

—Bueno, entonces no hay problema, lo entiendo.—Le regaló una sonrisa alentadora y por un momento Jennie sintió que la estaba corriendo.—Podemos vernos después si gustas.

—Claro. —Asintió enérgicamente, jamás pensó que el joven fuera ha ceder tan fácilmente.

Caminó lo más rápido que sus tacones se lo permitían . Se detuvo en el umbral de la puerta, echó una última mirada hacia donde había dejado a Tae, este ni siquiera la miraba, se estaba riendo de algo que el castaño le decía. Entrecerró los ojos un poco, no quería pensar cosas que no era. Negó un par de veces y siguió su camino. Se detuvo al ver el Aston Martin Vanquish de Lisa. Lograba ver como la rubia miraba su reloj y soltaba un sonoro suspiró.