Lisa se encontraba en el centro comercial. Después de dos días sufriendo porque Jennie la había abandonado había tomado la decisión de continuar con su vida, además de eso, al verse en el espejo hoy en la mañana no había hecho más que sentir pena por si misma, ella había sido tan patética.
Después del incidente en su departamento y de que Rosé cuidara de ella por el resto del día, se había encargado de llamar una y otra vez a la pelinegra con la esperanza de que le contestara el celular, dejó muchos mensajes de voz pidiendo hablar pero nunca recibió una respuesta, por supuesto esto lo había hecho cuando Rosé abandonó su departamento. Se había tomado dos días enteros de descanso.
De igual forma, su mejor amiga la había visitado para asegurarse de que Lisa estuviera bien y no cayera de nuevo en una crisis. Lo que Rosé no sabía y quizás jamás se atrevería a contarle, era que Lisa había ido unas cinco veces al departamento de Jennie, había entrado sin ningún problema ya que solo le bastó decir el nombre de la pelinegra para que la dejaran pasar.
La primera vez se había quedado en su auto mirando el edificio, la segunda había entrado pero se marchó, la tercera vez había tocado la puerta pero nadie le había abierto, durante el cuarto intento escuchó del otro lado ruido, tocó la puerta pero nada pasó y la última vez, bueno simplemente se había quedado recostada en la pared con la esperanza de que Jennie abriera la puerta, pero nunca llegó.
Si para Jennie había sido solo una noche, entonces sería lo mismo para Lisa.
Lleva un par de pans color negro y una sudadera color amarilla. Caminó con el carrito en las manos mirando la lista que había hecho en la mañana, ya no tenía permitido detener su vida por Jennie. Tampoco había hablado con su prometida, realmente la evitó en los últimos días, se sentía tan mal, definitivamente era un ser despreciable.
—¿Disculpa? .—Levantó la vista de su lista para prestar atención a la chica que se encontraba a su lado.
—¿Si? —Lisa sonrió al ver a la joven, le gustaba ser amable con los demás. —¿Te puedo ayudar en algo?
—Si, estoy un poco perdida. —Le pareció adorable el puchero que hizo la castaña.—¿Sebes donde está el pasillo de lácteos?.
—Por supuesto, pasillo 7. —Sonrió de forma amable y se dispuso a continuar su camino.
—¿Puedo saber tu nombre?. —Lisa frunció el ceño ¿Le estaba coqueteando?—La verdad me pareces una chica muy guapa, —La rubia se detuvo en seco, había algo que siempre le había molestado y eso era que coquetearan con ella.
—Lo siento, pero estoy comprometida. —Intentó irse pero la castaña se interpuso en su camino.
—Yo no veo ningún anillo. —Se inclinó un poco hacia delante dejando ver sus pechos, Lisa giró los ojos un tanto fastidiada, en todos los años que llevaba con Dahyun jamás había asuntado a otra chica no hasta... bueno, no quería recordarlo.—Podemos divertirnos y...
—No quiero ser grosera. —Respondió con voz firme y un semblante serio.—No tengo la más mínima intención de conocerte ya que como te dije, estoy comprometida. —Ojalá lo hubiera recordado hace dos noches, pensó para si misma.
—Tú te lo pierdes.
La vio marcharse a paso rápido y con el rostro rojo por la ira. Negó un tanto divertida, ni siquiera llevaba la cuenta de cuantas chicas había rechazado a lo largo de su vida y se preguntó seriamente por qué con Jennie las cosas habían sido diferentes. Mandó lejos sus pensamientos y prosiguió con sus compras. Poco tiempo después finalizó con todo y caminó con su carrito hasta la caja. Escuchó su celular sonar y suspiró al ver el nombre de su prometida, tenía que dejar de evitarla.
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La chica del árbol [JENLISA]
Fanfiction"Podemos casarnos cuando seamos grandes, cuando tenga una enorme mansión" Lisa miraba a Jennie con cariño, aquéllas palabras, en aquel momento, era solo de dos niñas que se habían encariñado, no había maldad en esas palabras. Palabras que se llevó e...