xxii. when the levee breaks

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capítulo veintidós: cuando el dique se rompa

capítulo veintidós: cuando el dique se rompa

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La noche anterior no había sido para nada fácil de llevar. Los problemas ya no solo venían de fuentes externas, entre ellos mismos ahora se enfrentaban. Las palabras de Niklaus fueron el punto de partida para una noche de pensamiento por parte de Alexandra, quien en la madrugada arribó al bar Rousseau's después de haber estado divagando por las transitadas calles de la ciudad. Las decisiones no podían atrasarse más, ella debía empezar a tomarlas así como todos los demás lo hacían. A pesar de que habría daño colateral, ella tenía que ver por el futuro de las personas que dependían de ella.

Ser líder no era fácil, pero de nuevo, nadie nunca dijo que lo era.

—Estas aquí... —Camille hizo presencia en su campo de visión para cuando Alexandra alzó la mirada. La mujer tenía con ella un balde gris con algunos platos junto a vasos, un trapo de un tenue gris también reposaba sobre uno de los bordes. La psicóloga bajo la mirada hacía el vaso que aún contenía bourbon.

—Si... —miró a su alrededor notando que en el lugar no quedaba nadie. Ella había perdido la noción del tiempo, la mañana había llegado y ella no lo había notado —. Ya me iba. —aseguró dirigiendo la mirada a su cazadora la cual reposaba colgada en una de las astas de la silla, ahí pudo ver su celular brillar lo cual llamó su atención.

—No, no tienes que irte —señaló con rapidez. Terminó dejando el balde en el suelo —. Es una sorpresa, eso es todo. Después de todo lo que a pasado, pensé que estarías con los Crescents. —resaltó. Alexandra la miró mientras terminaba de sacar un par de billetes junto a su celular. Ciertamente debía estarlo, pero en cambio, su reina estaba teniendo una crisis de liderazgo.

—Necesitaba pensar. —alegó cuando desbloqueó su celular notando la cantidad de notificaciones que comenzaron a emerger en la pantalla. Alexandra inhaló con fuerza para cuando lo dejó sobre la mesa, quería permanecer unos segundos más alejada de la realidad que la rodeaba.

—¿Lo de Klaus, no es así? —aquella pregunta llevó a que la joven Alfa la mirara. Claramente no había que hacer preguntas de como ella sabía, era claro que como psicóloga del híbrido Original conocía cada pensamiento que pasaba por su cabeza. Conociendo al hombre mejor que ella —. Me dijo que sabías que no había sido él —expuso lo conversado la noche anterior, cuando llegó ella al recinto pidiendo explicaciones, el híbrido se veía atormentado siendo Alexandra la causante de aquello —. Desde su mirar, él piensa que si es como su padre, como Mikael. Nadie se atreverá a dañar a los suyos.

—¿Quiere ser como Mikael? —quería reír de lo absurdo que sonaba aquella sentencia, no obstante, Alexandra vio como el rostro de Camille permanecía serio. Niklaus de verdad había perdido finalmente la cabeza —. Mikael fue un monstruo, las historias que Rebekah y Elijah me contaron, eran horribles. —destacó lo obvio, a pesar de que sabía que todo esa mala entraña empezó luego de que Dahlia les arrebatara a Freya, no justificaba el hecho de que sus demás hijos pagarán el precio.

² 𝐖𝐈𝐂𝐊𝐄𝐃 𝐁𝐋𝐎𝐎𝐃 | Klaus Mikaelson ✓Where stories live. Discover now