Capítulo 4: El último viaje

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¡Ah! ¿Recuerdan a Kloe? Pues finalmente llegó a la capital, esperemos que aprendiendo su posición como personaje, principal, por supuesto, pero personaje, al fin y al cabo, entidad ficticia bajo mi mandato.

Una vez que llegó a su destino se dedicó a buscar un pequeño departamento para alquilar, encontró uno tal y como lo quería y se decidió por ese. En cuanto terminó el papeleo, se instaló allí y comenzó a desempacar, a acomodar sus pertenencias en el pequeño espacio que sería suyo temporalmente. No lo necesitaría más una vez concluido su plan.  

Puesto que se ha comportado como un buen personaje hasta ahora, vamos a concederle por un momento el don de narrador intradiegético, un nivel más inferior que el mío, por supuesto, ya que se trata de un personaje que narrará una historia dentro de la diégesis, no tiene mi categoría de personaje superior, cabe aclarar. Pues bien, veamos qué tal lo hace, mientras recorre el departamento, decorándolo y pensando en voz alta.

—Desde que soy pequeña que espero este momento. Lo necesito con todo mí ser. Aquel era un día como cualquier otro, mi madre yo nos encontrábamos en nuestra casa, era la más grande que he conocido hasta ahora, ella no se privó jamás de darnos los lujos que nos merecíamos. Esa noche tocaron el timbre y mi madre dejó pasar a la visita, era su amigo Víctor, un actor de segunda en ese momento, más buen mozo que talentoso. Mamá se mostró sorprendida de que él viniera a visitarnos, supongo que porque casi nadie solía hacerlo, al menos no de imprevisto.

»Pero Víctor clamaba que tenía importantes cuestiones que discutir con ella. Se quedó a cenar y pronto mi madre me envió a dormir. Recuerdo de una manera imborrable, que desperté poco después, debido a unos gritos. Víctor gritaba cosas como "Rebeca, la quiero de vuelta", "Rebeca, devuélveme lo que es mío", escuché que rompían cosas, cristales, se escuchaban golpes contra los muebles. Bajé a ver de qué se trataba, pero mi madre me tomó en sus brazos y me llevó hasta mi habitación, casi corriendo, Víctor la perseguía.

»Cerró la puerta tras ella, encerrándonos juntas mientras Víctor golpeaba la madera con violencia. Mi madre rápidamente puso una maleta en mis manos y me obligó a salir de la casa por la ventana. La ventana de mi habitación daba a nuestro jardín, pero ella sabía que yo podía escalar sin dificultad las rejas que separaban el jardín de la calle. "Corre Kloe, mamá se encarga de esto". Yo estaba asustada y le obedecí. Corrí y corrí hasta que mis piernas infantiles no lo soportaron más y caí rendida en una acera de la ciudad. Recuerdo que estaba oscuro y frío. Esperé a mamá toda la noche, pero nunca apareció. Me quedé dormida sobre la maleta.

»Desperté al otro día cuando las calles se llenaron de movimiento. Estaba sola, asustada y extrañaba a mi madre. Intenté volver a mi hogar, pero había corrido tanto que no sabía ni dónde me encontraba ni hacia dónde caminar. Y ahí comenzó lo peor, mi vida en las calles, es tan trágico que no quiero hablar de eso ahora, pero he vivido de todo.

»Más tarde me enteré que mi madre había desaparecido de una manera bastante sospechosa esa misma noche, jamás encontraron el cuerpo. La maleta que me había entregado estaba llena de billetes de alto valor, pude haberla aprovechado mejor, pero compré solo algunas cosas antes de que me la robaran.

»Lo que me mantuvo con vida fue la promesa de que volvería y cobraría venganza. Me estuve informando y preparando para estos días. Víctor es ahora un aclamado actor de una exitosa serie, pero no más que eso. Debe su fama mayormente a una serie de movimientos bajos entre sus contactos. Mi madre de seguro había sido una de sus víctimas, ella tenía un importante cargo político y lo había ayudado con su carrera de actuación. Pero lo único que a él le importaba era su fama, y no importaba a quién tuviera que aplastar para logarlo.

»Volví a mi casa apenas pude hacerlo, no había rastros de mi madre, como si se hubiera escapado, sacaron algunas de las fotografías de mi casa, se llevaron varias prendas y pertenecías nuestras. No tenía sentido. Yo lo sabía, mi madre había sido asesinada el mismo día que hui de mi casa, el mismo día que Víctor vino a visitarnos. Pero eso jamás se supo, nunca nadie me escuchó, las veces que pude hablar.

»Después de ese día Víctor se mostró en los medios muy sorprendido por la desaparición de su supuesta amiga y adjudicaron la causa a un amorío entre mi mamá y Víctor que se complicó con la aparición de Fiorella, una bailarina melodramática. Según su versión, mi madre había huido después de que Víctor la acusara de haber descubierto su plan de asesinar a Fiorella. Y ella, esta bailarina oportunista, se mostraba llorando en cámara, funcionando como testigo de todas las amenazas que supuestamente mi madre le había enviado. Lo inventaron todo. Y les salió tan bien que el mundo entero les creyó. Pero yo no. Por eso estoy aquí, en esta mugrosa ciudad, una vez más. Para vengar a mi madre y averiguar qué fue realmente lo que pasó esa noche. La noche que mi vida se arruinó.

Oh los medios de comunicación. Tienen una influencia demasiado directa en la opinión pública. Se me daría bien en ese ámbito, comunicar, informar, manipular a mi gusto los acontecimientos y las reacciones. No culpo a los medios por creer en la versión de Víctor y propagarla para que el mundo la creyera, la polémica, la farándula, las celebridades, los medios necesitan de ellos para sobrevivir. Son casi como los personajes para mí, no tendría sentido mi existir si no tuviera una historia que contarles a ustedes. Deben comunicar lo que más audiencia les atraerá, procurando también, no comunicar lo que no quieren que se sepa. Mis respetos, eso requiere bastante habilidad lingüística, social y lógica.

Pero es mi deber informarles que a Kloe le faltó contar que cuando fue mayor pudo cobrar de los bancos el dinero que su madre había estado depositando toda su vida, que era bastante dinero, el cual invirtió durante toda su vida y ahora poseía muchísimo más. Había planeado esta venganza desde mucho tiempo atrás, el dinero era parte del plan, lo necesitaba. Así como también se instruyó en varias habilidades, como administración de empresas, programación de páginas webs, el funcionamiento del mundo del espectáculo, entre otras.

El resto del tiempo que le queda a este capítulo, Kloe lo empleará en terminar de decorar su departamento alquilado para que parezca una lujosa oficina: al living, o lo primero que se veía al entrar, lo acondicionará para que parezca una sala de espera; y en cuanto a su habitación, se encargará de que tenga todo el aspecto del despacho de alguna persona importante: un escritorio, una bandera, un cuadro de un pintor importante, otros con diferentes certificados, una silla negra y de cuero para la persona de detrás del escritorio y otras igual de lujosas para los invitados, etc. Cuando termine, encenderá su computadora y se conectará a internet.

¿Debería revelarle los planes de Kloe a mis queridos narratarios? Creo que mejor se los dejo en suspenso, es bueno no revelar todo al principio y dejar algunas pistas e indicios a la imaginación de los lectores. Es atrapante, cuando no se revela todo se quiere saber más. Kloe, ¿qué dices? Tú no vayas a revelarles nada a los lectores ¿está bien? ¿Podemos hacer ese pequeño pacto?

—No tengo intención de que nadie más a parte de mí misma sepa sobre mis planes. 

Entre líneas: Un narrador en huelgaWhere stories live. Discover now