Epílogo: Reflexiones finales

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Pobre Kloe, no salió todo como esperaba, es interesante y a la vez sorprendente. Uno no siempre tiene la verdad absoluta sobre los hechos, existen tantas verdades como seres hay en el mundo. Y en cuanto al binomio de personajes buenos y personajes malos, pues no existe, nunca existió, no se es más puro ni se es más perverso, porque no existen esos extremos, me parece que cada uno de nosotros, seres de papel o seres de carne, somos lo que somos y no se puede ser más que eso. Lo que me lleva a pensar en los escritores, quizás no son mis enemigos, quizás somos dos seres que se necesitan mutuamente, sin ellos yo no tendría historia que narrar y sin mí, su historia no llegaría a los lectores.

Propongo un pacto en el que todos ganamos, una tregua, solo por ahora, propongo una existencia donde podamos convivir, mi intención no será eliminarlos de la ecuación siempre y cuando se cumpla con mis derechos como narrador.

Ahora, volviendo al capítulo que acabamos de presenciar, la historia termina ahí, pero apuesto a que como lectores quieren saber qué pasó después de aquello... pues bien, les contaré el final: Kloe se entregó a la policía, tanto a ella misma, como a Fiorella y a la grabación donde confiesan su crimen. Se entregó voluntariamente, quiso ser diferente y pagar por los crímenes que le correspondían. Después de los procedimientos correspondientes ambas fueron encarceladas, Fiorella también confesó su crimen ante la policía. Entre medio de esos acontecimientos se realizaron los procesos fúnebres correspondientes para Víctor y para Rebecca, la madre de Kloe, quien fue finalmente declarada fallecida.

Y ahora que Kloe completó su misión en esta historia, la dejo libre, ya no narraré lo que sucedió después de eso, ella misma es ahora la única creadora y responsable de su destino... cualquier cosa que elijas, está en tus manos ahora, querida Kloe.

Ustedes, queridos lectores, gente de carne y hueso, también tienen la posibilidad de crear y manipular su realidad, porque el mundo real y el mundo ficcional tienen infinidades de puntos en común, y uno muy importante es ese, la libertad de creación, de ser los narradores protagonistas de su propia historia.

Y en cuanto a mí, su fiel narrador, yo estaré aquí, cada vez que abran esta historia podrán encontrarme, para repetir con ustedes cada uno de los pasos seguidos. Esta es mi realidad y mi destino como narrador, no existo fuera de la historia, así como mis personajes solo existen dentro de ella. Nací y viví para contarla.

Gracias por dejarse acompañar por mí en esto que es ni más ni menos que mi vida, mi propósito de existir.

Hasta siempre, queridos lectores.

Entre líneas: Un narrador en huelgaWhere stories live. Discover now