El caballero oscuro

Promesas

*Últimos capítulos*

POV de Ahsoka Skywalker

Esperé a que Anakin volviera a casa después de terminar de colocar la cuna del bebé.

Padme me sonrió cuando notó que me estaba irritando cuando traté de hacer que uno de los animales se enderezara.

"¿Como esta el bebé?" Padme se echó a reír, colocando al animal tal como lo quería.

Sonreí, dejando escapar un suspiro de alivio. "Gracias", me reí entre dientes, descansando mis manos sobre mi abultado estómago. "El bebé está bien ... Sin embargo, Anakin y yo todavía estamos haciendo un escándalo por el género".

Padmé se echó a reír antes de recoger sus cosas y salir por la puerta. "Bueno, diviértete haciendo eso de nuevo. Clovis acaba de llamar, dijo que ya casi está en casa".

"Muy bien, entonces, nos vemos pronto". Sonreí, cruzando la habitación hacia la puerta. "Adiós, Leia". Saludé a su hija. "Sé buena con tu madre".

Leia rio, aplaudiendo.

"Bueno, adiós, Ahsoka". Padme y yo nos picoteamos la mejilla rápidamente, una forma de decir adiós en mi planeta natal, antes de cruzar la varanda y entrar en su nave.

"Amor", la voz de Anakin hizo eco a través del espacioso ático vacío.

"Ani", me reí, cuando lo abracé, pude sentir que Anakin sintió un cosquilleo de miedo y emoción cuando nos tocamos.

"He encontrado una manera de salvarte", dijo.

"¿Sálvame?"

"De mis pesadillas".

Sonreí levemente. "¿Eso es lo que te molesta?"

"No te perderé, Ahsoka".

"No voy a morir, Anakin", dije en voz baja. "Te lo prometo."

"¡No, te lo prometo!" Temerariamente, hizo el voto. "Me volveré lo suficientemente poderoso como para evitar que mueras".

Capté sus ojos y los sostuve. "No necesitas más poder del que ya tienes, Anakin", dije lenta y seriamente. "Creo que puedes protegerme de cualquier cosa tal como eres".

Por favor ... No cambies por mi culpa. Pensé.

POV de Anakin Skywalker

Al día siguiente, me senté en mi silla en las Cámaras del Consejo e intenté relajarme, pero mi mente y mi corazón estaban demasiado agitados. Ahora que estaba solo, mi misión aún sin cumplir con la captura de Bane, las palabras del Maestro Yoda seguían repitiéndose en mi mente. Debes tener cuidado al sentir el futuro, Anakin. Sentí frío al recordar los gritos que resonaban en mis pesadillas. Nuevamente, escuché el grito moribundo de Ahsoka: " Anakin, ¡te amo!"

La voz de Yoda habló en mi mente, palabras que había dicho: "Llorarlas, no lo hagas. Extrañarlas, no lo hagas".

¡No! Me acerqué a ciegas, no al antiguo Gran Maestro, sino a la persona que amaba. A Ahsoka Y entonces sentí su presencia, como si estuviera allí, no solo en la Cámara del Consejo Jedi, sino en mi propia mente y corazón, una verdadera unión a través de la Fuerza.