Capítulo cuatro

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15 de mayo, 2019.

La campana retumbó en los pasillos del colegio para dar a conocer el inicio del fin de semana. Las clases últimamente eran eternas, aunque después de 2 meses de clases ya era una costumbre contar los minutos para tocar aquella maldita puerta de salida. Aunque debo admitir que me gustaba ir al colegio, me divertía hablar con los pocos amigos que había hecho en el transcurso de este tiempo.

Me encontraba en camino a mi casillero para guardar mis cosas y poder finalmente irme. Llevaba algunos libros en mis brazos y otros cuadernos en mi mochila, y cuando llegué prácticamente tire todo de una sola vez, solo pensaba en irme y en el hambre que tenía. Me apresure en cerrar mi casillero y al girar sobre mi eje me encuentro con una silueta apoyada junto a mi.

-Dios mío! -di un pequeño salto del susto. -Por que tienes esa costumbre de asustarme así?

-Es divertido verte espantada. -ríe Luke.

-Para mi no lo es, si hubiera tenido mis libros estarían en el piso ahora mismo. -cruce mis brazos fingiendo estar enojada.

-Ya superalo. -roda sus ojos y comienza a caminar. -Hace tiempo te había dicho que ibas a acompañarme a vagar en los salones, lo recuerdas? -pregunta llevando sus ojos a mi vista.

-Recuerdo que fue una de nuestras primeras charlas. -reí. -Por que te llevó tanto tiempo?

-Porque con los entrenamientos diarios no tuve tiempo suficiente. -se encoge de hombros. -Pero ahora si.

-Y que vamos a hacer? -hablé.

-Espera un segundo. -el rubio miró hacia los costados y dio tiempo a que la mayoría de las personas se vayan.

-Que haces? -Miré a Luke por unos segundos e intenté adivinar que era lo que buscaba.

Este último mes pasamos más tiempo juntos y nuestra pequeña amistad era similar a la mia con la de Ashton, me parecía genial que tengamos tanta confianza en tan poco tiempo y también que logremos entendernos tan fácilmente.

-Bien, ahora! -susurró tomando mi muñeca y arrastrandome dentro del cuarto del conserje. Ese lugar podría calcularle un metro y medio por un metro como mucho y además estaba lleno de esos estantes de metal con cosas de limpieza, lo que hacía que haya lugar para una sola persona y nosotros éramos 2.

-Luke, que hacemos aquí? -mi espalda estaba pegada a la puerta que luke rápidamente cerró. Podía sentir su respiración ya que estábamos a solo unos centímetros debido al poco lugar que había ahí dentro.

-Debemos esperar unos minutos hasta que se vayan todos, y el conserje en este horario no viene, así que de esta forma nadie nos descubrirá. -habló estirando su brazo cerca a mi oreja y apoyando su mano en la puerta, casi como si fuéramos a besarnos. No estábamos incómodos ni nerviosos por nuestra distancia, nos acostumbramos a hablarnos a unos pocos centímetros del otro porque siempre andábamos susurrando en las clases y se nos hizo costumbre, pero nunca me había percatado de ello hasta que estábamos en ese lugar tan cerrado y pequeño.

-Y cuanto tiempo se supone que estaremos así? -rodé los ojos.

-Aproximadamente.. -saca su celular para revisar la hora. -unos 6 o 7 minutos.

-Bien y que hacemos en esos exteeensos 6 o 7 minutos? -bromee.

-Concurso de miradas? -sugiere burlesco.

-aguantaras 6 minutos sin pestañear?

-YA! -pega un pequeño grito dando inicio al "concurso".

-Mierda! -había perdido unos segundos después.

-Eres malísima. -opinó Luke.

-No vale! Ni siquiera estaba lista! -me quejé.

Before you go| lrh [EDITANDO]Where stories live. Discover now