Capitulo veinticinco

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11 de julio, 2019.

Hoy no teníamos clase, así que me quedé durmiendo un rato más de lo que acostumbraba. Estaba arropada, y super calentita. No podía pero tampoco quería mover ni un pelo de la posición en la que me encontraba. Era realmente placentero dormir sin alarma, sin necesidad de despertarse temprano.

Abrazaba a mi peluche, y yo estaba hecha una bolita. Parecía un feto. Me encontraba en el momento más placentero de mi sueño, viviendo mi mejor vida en una mansión pero un cuerpo a mi lado me despertó. Era Luke. Me dió un almohadazo en la cara y gritó mi nombre. Yo gemí y me tapé la cara con las sabanas. El chico suspiró y se puso cerca mío para hablar.

-El sol brilla, cariño. Hora de despertarse.

-¿Que hora es? -cuestioné.

-Deja de quejarte, son 10:40. -me sacude para que despierte. -levántate!

-Luke, cállate. No soporto tus gritos!

-Vamos, iremos a desayunar. ¿Quieres? -me destapó y me vió con su remera puesta. Solo vestía eso, y debajo mi ropa interior. Cuando sacó las sabanas de mí, se podía ver un poco más que mi pierna, sentí mucha vergüenza pero el rubio me hizo sentir cómoda cuando volvió a hablar. -Te queda bonita mi remera, mejor que a mí, hasta podría decir.

-¿A dónde iremos? -ignoré lo que dijo y me senté de costado en la cama. El se sentó junto a mí y se encogió de hombros.

-Vístete y lo averiguamos en el camino. -yo tiré mi cabeza para atrás y solté aire en forma de quejido, sin embargo seguí sus ordenes.

Me paré y me bajé la remera para que no se me vea el trasero. Caminé hasta mi armario y busqué ropa. Le estaba dando la espalda a Luke, pero sentía su mirada en mí. Miré por mi hombro y efectivamente lo hacía, me miraba con los parpados un poco caídos y una leve sonrisita.

-¿Como entraste? -pregunté.

-Tu madre me dejó la llave bajo la alfombra esta mañana, le escribí un texto pidiendoselo.

-Bien pensando, sino ibas a tener que trepar el árbol. -reí entre dientes. Finalmente encontré ropa que me gustara. Dos diferentes blusas. -¿Cual te gusta? -mostré ambas al rubio.

-Uhmm... -entrecerró los ojos y se levantó para acercarse a mi. Cuando estaba parado frente a mi, analizó ambas remeras. -creo que... tú. -sus orbes azules se encontraron con los mios, solo tuvo que mirarme para que el calor corra por todo mi cuerpo.

-Hablo enserio. -dije y el tomó la ropa de mis manos y las arrojó nuevamente al armario.

-Yo también. -se acercó a mí y elevó mi barbilla. Estabamos a milimetros de distancia, sentiamos nuestra respiración y nuestros labios se rozaron. -Nuestra amistad ya está bastante en la mierda, ¿verdad? -resopló sobre mí. Yo asentí casi sin moverme, no quería alejarme del rubio. -bien, solo quería comprobar.

Llevó sus manos a mi cuello y junto suavemente nuestras bocas. Dió un paso hacia adelante, haciendo que mi espalda esté pegada a las puertas del armario. Mis manos se posicionaron en su cabello, halandolo y profundizando el beso. Yo estaba de puntitas, pero casi mis piernas no daban más para seguir subiendo. Luke lo notó y me alzó, podía sentir lo mucho que disfrutaba hacer eso. Llevé mis piernas al rededor de su cintura y el me sostenía con sus manos en mis muslos descubiertos. El beso se sentía como si fuera una montaña rusa, iba lento y aveces aumentaba su velocidad y nuestras lenguas se movían al compás. El chico con sus manos, comenzó a hacer leves caricias.

Before you go| lrh [EDITANDO]Where stories live. Discover now