Capítulo cuarenta y uno

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5 de Agosto, 2019.

Me desperté para ir al colegio, eran las 06:45. Definitivamente llegaría tarde pero a estas alturas, no me interesa. Esta semana fue un poco difícil, sucedieron cosas.

Luego de mi salida con Valeria todo estuvo más que bien, al día siguiente las cosas cambiaron drásticamente, los días eran grises y lluviosos al igual que mi ser.

¿Que lo había provocado? Luke, por supuesto.

Desde esa extraña mañana, nunca más supe de él. Pareció haberse esfumado de la faz de la tierra.

No ha asistido a las clases los últimos dias; no responde mis textos; las llamadas me dejan en buzón de voz. ¿Que sucedió?

Estaba preocupada, por eso llamé a Ashton, quería saber si sabía de su estado. Me importaba que esté bien antes que nada, lo demás podremos solucionarlo luego, no lo sé.

El ruloso me dijo que el se encontraba bien, pero que quería estar "solo". Ashton al igual que yo, no sabíamos que era lo que pasó, el sonaba extraño. El rubio le pidió a mi mejor amigo que no lo busquemos, ni que preguntemos por el a su madre, aseguró estar bien pero necesita arreglar "cosas". Usaba esas palabras misteriosas y secretas, no comprendía nada de lo que sucedía.

Afortunadamente Jason estuvo conmigo estos días, me escuchó y calmó sobre la situación extraña con Luke. Me dijo que debía darle todo el espacio necesario, quizás pasaba por algo fuerte, y que mientras tanto piense en otra cosa. Me afirmo que debía olvidarme de él por un tiempo, no podía depender de la espera a ver cuando volvería a ser normal todo. ¿Debería hacer lo que dice?

Ya había salido de mi casa, estaba en los pasillos del colegio, buscando nuevamente esa cabellera dorada. Aún tenía la esperanza de que aparezca en los corredores y pueda preguntarle que sucede.

Caminé hacia al salón correspondiente de Inglés, y me senté en mi asiento usual. El que estaba a mi lado -respectivamente de Luke- seguía vacío hace días, estaba preocupada por el, su salud y sus calificaciones.

Me dispuse a escuchar vagamente a la profesora, hablaba de gramática y cosas que la verdad no había escuchado en absoluto. Mi mente estaba en otro lado, mi cabeza reproducía aquella última mañana con el rubio. ¿Habré sido yo la que lo alejó? ¿Era mi culpa? ¿El tenia planeado alejarse y por eso pedía que me cuide sola?

Lo repetía una y mil veces pero, ¿qué estaba pasando?

Los minutos se hacían eternos y las oraciones de la profesora, cada vez más largas. Apoyada en mi palma, miraba hacia el frente fingiendo estar atenta a la bendita clase. Mis ojos viajaban de aquí para allá, en un momento llegaron hasta la ventana que daba hacia el pasillo. Esta vez las cortinas de esta estaban abiertas, así que podía llegar a ver los casilleros y la puerta del baño de hombres.

Cerré los ojos por un momento, estaba cansada, casi no dormía debido a mis pensamientos involuntarios. Cuando los volví a abrir, por la ventana pude divisar un cabello rubio y esa gran espalda que conocía a la perfección. Había pasado súper rápido pero sabía con totalidad quién era. Por inercia quise inclinarme para volver a encontrarlo pero no llegaba a ver nada.

Suspire y me quedé en mi lugar, no iba a ir detrás de él, me pidió espacio y como dijo Jason, se lo daría.

No pasaron muchos minutos que Luke apareció frente a la ventana, haciéndome una sutil seña para que salga. Mis ojos se abrieron como dos platos y me desespere, haciendo que me levantara sin siquiera preguntar.

-Davies, ¿se le ofrece algo?

-Y-yo -mi vista iba constantemente a la ventana y a la profesora. -debo ir al... baño ¿puedo? será rápido. -suplique.

Before you go| lrh [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora