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Valentin

-Bueno perdón boludo, ¿Cuántas veces queres que te lo diga? Ya está Dani- Me quejé un poco ante los reproches tan celosos del castaño.

-Me molesta que cuando estés con Malena no respondas nada- Tiré los ojos para arriba y mordí mis labios frustrado por lo hartante que era discutir con Daniel, siempre a todo le va a encontrar la vuelta para querer verlo de otra forma.

-Te dije que me fui al cine y me quedé sin batería, no exageres tanto dios- Me levanté del asiento de la plaza y fui al kiosco a comprarme algo para comer y bajar el estrés.

Para cuando volví me encontré con el castaño sentado de brazos cruzados. Lo miré esperando una disculpa de su parte, rodó los ojos y desvió su vista de mí.

-Perdón- pidió mientras balanceaba sus piernas que no llegaban al piso. Sonreí de labios cerrados y le extendí el paquete de papas para que pudiera agarrar algunas.

Se metió medio paquete a la boca y le pegué un palmazo en la cabeza porque siempre hacía lo mismo, no sabe lo que es agarrar un poco.

Río mientras agarraba su celular para mostrarme una foto. Estaban él y Juana, la mina que le gustaba desde hace como un mes juntos. Abrí los ojos sin poder creerlo, consiguió que le de bola la rubia que lo tenía loco y ni lo junaba.

Chocamos los puños y seguido a eso me senté para escuchar el relato del castaño emocionado por todo lo que había sucedido entre ellos.

Parece que todos al final tuvimos un lindo Viernes, ¿no?

Mi amigo se despidió de mi después de que le entrara un mensaje de Juana, diciéndole para verse.

Me quedé solo en la plaza, estaba cayendo el sol por lo cual no era muy fiable permanecer allí por mucho tiempo más.

En el camino me quedé pensando un poco lo que me había contado, como podía ser que en tan poco tiempo se pueda comer a la mina que le gustaba, y yo como un pelotudo hace casi 6 meses intentando entender a Malena y porque mierda es tan perfecta.

¿Estaré transmitiendo mal el mensaje? ¿O es porque los dos pensamos mucho las cosas antes de hacerlas? Cualquiera de las dos opciones me inquietaba por sobre manera.

Llegué a mi casa, saludé a mis viejos y me fui un rato a acostar. Me pegué un baño mientras escuchaba música para levantar el ánimo.

Envolví una toalla en mi cintura en cuanto salí, y agarré el celular para cambiar la canción de mierda que se había puesto sola. Vi en la barra de notificaciones un mensaje de Malena.

"¿Hoy podemos vernos?"

Sonreí plenamente leyendo lo que me había mandado la morocha, capaz no estoy haciendo las cosas tan mal. Lo abrí para avisarle que en 30 minutos estaba en su casa para salir a donde quisiera.

Me abalancé sobre el armario para analizar lo que me podría llegar a poner. Entre tanta ropa que saqué, decidí elegir algo normal, unos jeans negros y una remera roja con detalles blancos. Agarré mi buzo negro y me puse un poco de perfume.

Me miré al espejo dudando de lo que me había puesto, y terminé optando por cambiarme la remera a una negra con el nombre de una banda de Rock.

Pasé por la puerta de mi habitación y bajé las escaleras encontrándome con mi viejo sirviendo la cena. Todas las miradas se centraron en mí, incluso la de mi hermano que estaba estudiando en la mesa con todos los apuntes tirados.

-¿Te vas Valen?- Preguntó mi mamá tomando agua de un vaso. Asentí sintiendo aún la mirada fija de todos.

-¿Con quién te vas a ver pillín?- Cuestionó mi hermano con un tono de burla, como respuesta le di una mala mirada y me despedí de todos para irme de una vez por todas.

Me tomé el uber que había pedido, si andaba solo a estas horas con la cara de pendejo boludo robable que tengo me hacen pollo y me sacan hasta las ganas de vivir.

Toqué el timbre de la casa de la morocha encontrándome con un señor de unos 40 años, pensé que era su papá, pero esos pensamientos desaparecieron en cuanto salió detrás de él otro señor de la misma edad, este tenía los ojos claros y verdosos como Malena, además de unas facciones claramente notables en el parecido.

Sonreí medio incómodo sin saber que hacer, y para último momento, salió Malena empujando a los recién nombrados.

Me tironeó dentro de la casa y por mi parte me digné a saludar un poco a las apuradas con la mano a los aún presentes en la puerta.

Pasamos por el living, dándome cuenta que había toda una reunión familiar abajo, Malena seguía tirando de mi muñeca sin mirar a nadie.

Subimos las escaleras y me relajé un poco sabiendo que no tendría que ver a nadie más, aunque aún oía los murmullos de su familia por mi inesperada presencia.

Entramos a su cuarto y cerró la puerta frustrada, se tiró en la cama boca abajo mientras suspiraba.

-Pensé que estabas sola- Hablé sentándome a su lado, toqué su pelo dejando unos mimitos en él, estaba tensionada y se notaba que también de mal humor.

-Perdón Valen- Dijo mientras se sentaba y me miraba con la ojos bajos. Por fin pude verla por primera vez en la noche.

Tenía unos jeans pegados al cuerpo y una remera un poco escotada, parecía que era algo mas formal, porque no acostumbra vestirse así.

Se tiró boca arriba y posó sus manos encima de su cara para ocultarse. Intenté quitarlas recibiendo quejas por su parte, pero una vez que pude lograrlo nuestros ojos conectaron haciéndome sentir esas cosquillas raras en la panza que solo aparecían cuando estaba con Malena.

Abstraído; WosWhere stories live. Discover now