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Capítulo 6: Sirius piensa -en ocasiones- antes de actuar

Capítulo seis: Sirius piensa -en ocasiones- antes de actuar.

—Ugh, Cornamenta –dice exasperado lanzándose a su cama. James le sigue y se sienta frente a él. —No me había dado cuenta de lo fastidioso que eres. ¿Puedes olvidarte del asunto?

—¿Te olvidarías del asunto si fuera yo quien te confesara que está enamorado de Remus? –dice para luego lanzarle una almohada al rostro —Y que gracioso que seas tú quien me diga fastidioso cuando tú tienes el primer lugar en fastidiar.

—Para tu información, Potter –Sirius le frunce el ceño, ofendido. Luego se da aires de importancia. Se aparta el cabello de la cara y suaviza la expresión —Soy muy maduro.

A James le da la risa.

—Llegamos hasta aquí haciendo una carrera. –le recuerda —Y sugeriste diez puntos por cada fantasma que uno atravesara.

—Soy maduro, pero no aburrido.

James resopla y vuelve a pegarle con la almohada.

—Pero en serio, Canuto. ¿Qué harás?

—Que no lo he pensado. Quedan tres días y comienza el verano. –comenta en lo que se acomoda sobre la cama de modo que sus pies quedan colgando y sus ojos se fijan en el dosel de la cama. —Entonces habrá todo un mes antes de que nos volvamos a ver para ir a recorrer Londres. ¿Quieres que se lo suelte ahí? Si Remus no me corresponde, que es lo que creo, se sentirá culpable por eso y se aislará en el hotel y recorreremos estúpidos museos los tres, y sin él no tendremos a nadie que nos aburra con datos sobre historia.

James reflexiona por un instante lo que acaba de oír.

—Sería una mierda, eso es cierto –concuerda —Pero tampoco puedes anticiparte a la respuesta de Remus. –Sirius resopla y James se recuesta junto a él haciendo que sus piernas también colgaran por el costado de la cama. —Además, lo he estado pensando. –sus ojos buscan los grises de Sirius —Que va, no me lo he sacado de la cabeza desde que me lo confesaste, pero tú y Remus... siento que siempre han sido algo más. No lo había notado, obviamente. Pero si lo piensas bien ustedes se tratan de una forma distinta a como nos tratan a nosotros ¿Me explico?

—Ni un poco.

—Que hasta ayer no me había dado cuenta de que ustedes ya están saliendo. Solo que ninguno lo sabe.

Sirius le quita la vista de encima y vuelve sus ojos al dosel.

—No hables tonterías, James. –luego finge que está ofendido —¿Por qué juegas con mi pobre corazoncito? No me hagas hacerme ilusiones.

—¿No se puede hablar en serio contigo, cierto? –le dice James, demasiado acostumbrado a él para exasperarse. —Es contraproducente. Tu nombre señala lo contrario. Sirius. Hablemos en Sirius.

—Este comentario hace cuestionarme el por qué de nuestra amistad ¿eh? –resopla —Que poco divertido eres, James.

—Te doy la razón, ha estado horrible. Pero joder, que sería bueno que hablaras con él.

Sirius suspira irritado, y dándose cuenta de que James no lo dejará estar, se aclara la garganta para responderle.

—Yo fui quien le insistió en que tuviese citas –le dice finalmente —No puedo ir y decirle que yo siento algo por él de la nada. Creerá que estoy jugando con sus sentimientos.

—Vale, tercera vez que tienes la razón en una misma tarde. Si, estás madurando.

Sirius sonríe orgulloso de sí mismo. Luego, frunce el ceño.