POV GRACE PÉREZ:
Cuatro meses desde que vine a la empresa con la idea de encontrar algún empleo, cuatro meses donde laboro como secretaria, cuatro meses a lado de mi inigualable jefa, cuatro meses en donde la palpitacion en mi centro es cada vez más notoria, ya que era cada día mas imposible evitar verle aquel trasero redondo tan rígido que tenía, y con aquellos vestidos que traía cada vez que le tocaba alguna junta importante, me mataban, sus tonificadas caderas acompañadas de un escote que resaltaban gran parte de sus pechos. Si algún día la tuviese en en la cama conmigo, sería alguna noche de otro mundo, ya que Tirzah es como una diosa imposible de cumplirme este capricho que siento por devorarla.
Hace semanas en donde me ha encontrado con mi vista pegada en su culo, y al instante ella solo se muerde los labios proporcionandome una mirada penetrante pero con una pizca de picardía, dándome a entender que le gustaba eso.
Desde aquella vez, todo se ha basado en miradas, o una que otra palabra con doble sentido que dan a entender un mundo de lujuria.
Y en un momento de insomnio decidí llamarle para hacerle una propuesta, la cual dictaba que yo tenía que hacer hasta lo imposible por acabar con sus ganas, y poder pasar un momento mas allá de miradas y palabras con ella.
Si yo gano, follaremos tantas veces quiera y como se me pase por la mente. Si ella gana, simplemente se hará lo que ella diga, y si dice "No" será un NO.
Hoy vamos en el tercer día, vengo mas lista que nunca para seducirla por completo.
Coloqué mis mejores bragas, ésta vez decidí no llevar ningún tipo de sostén, ya que la polera que quería no me quedaría con él, así que la puse en mí y quedaba perfectamente adherida a mi cuerpo de la parte superior, relucian ambos pechos, ya que tenía un escote un tanto largo.
En la parte de abajo, coloqué mi pantalón entallado a mi trasero, éste era de cuero totalmente negro, puse mis tacones y una gabardina color café para salir directamente a la oficina para recibir a mi jefa.
Al llegar, entré sin llamar la atención de mis compañeros laborales, giré la perilla de la puerta la oficina que tenía un letrero que decía "Lic. Huerta" , entré y me dirigí a acomodar mis papeles, después de todo quería acabar con lo pendiente del día, mi jefa llegaba con en una hora después, o eso era lo que yo creía. Hasta que alguien más giró la perilla de la puerta, entrando por ella, y fue ahí donde comencé a perder la noción de las cosas.. Huerta entró, con un vestido pegado a ella, sus caderas relucian a la perfección, su trasero redondo se levantaba en cada paso que daba, pero mi mayor concentración la tenían sus pechos redondos, ya que con aquel vestido le resaltaban a la perfección, tragué saliva y exhalé un suspiro cuando noté que ella me veía con atención, no entendía si era por la forma en que yo la miraba a ella, o tenia una gran pregunta por la gran gabardina que tenía sobre mí.
-Veo que llegaste más temprano que la jefa- me sonrió caminando hacia su escritorio para dejar su bolso y saco
-Anhelaba verte- le sonreí
-¿Ah si?- Me miró de una forma seductora, al ver que solo asentí hizo otra pregunta -Veo que ya iniciaste tu trabajo ¿Cómo vas?
-Justo ahora voy terminando- Me puse de pie y dejé los papales que tenía sobre el escritorio, quedando frente a ella-Puedes corroborarlos-
-No es necesario, siempre lo haces todo bien- ¿Todo bien? Pude sentir mis mejillas arder, afortunadamente no lo vió porque en ese momento encendió el computador
-Y no me has visto en la cama- me atreví a decirlo en susurro
-¿Qué has dicho? - algo en mi me divirtió al ver sus ojos como platos
-Nada, que luces tremendamente bien hoy, y pues ahora tengo mi tiempo solo para observarte- puse mi rostro entre las manos -Mmmmgh, como que hace calor aquí ¿no? -moría por que ella me viera como iba vestida-
