nueve.

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Murcia, España, octubre 2018.

Ginés Paredes.

—estuvo muy mal lo que hiciste —me regaña Manel mientras me ve— debiste asistir al funeral de sus padres Ginés, además de haber sido amigo de la hermana de Pablo, eres amigo y compañero de Pablo.

— no tuve el coraje tío, me impacto muchísimo la noticia cuando la recibí esta mañana, y tampoco sabía como llegar hablarle después de tanto tiempo. —digo mientras me quedo mirando mis tennis.

—pues vas, le das un abrazo, y le ofreces tu apoyo —me dice— en este momento, ni ella ni Pablo rechazarían un abrazo, ambos están devastados, y aunque nunca le he hablado, pude ver que de los dos, quién luce más afectada, es ella.

me quedo en silencio, dándole paso al sentimiento de culpa, pues Manel tía razón, mi familia fue, y yo no, y sé que ella notó mi ausencia, ella siempre nota todo, se caracteriza por ser observadora, me odio por ser tan tonto y no pensar las cosas, pensé en mí en el momento erróneo.

—los chavales están en casa de Pablo, deberías ir, porque ella fue tu amiga, porque Pablo es tu amigo, y es lo mínimo que puedes hacer por ellos, darles apoyo. —me dice mientras yo asiento.

—solo te pediré un favor chaval —digo y él me mira para que siga hablando— no hables más de nosotros en forma de pasado, porque me duele, no le eches más sal a la herida —él asiente.

—entonces ve, y demuestra que aún eres su amigo, trabaja con acciones.

me levanto de la cama y salgo de mi habitación para dirigirme a la casa vecina, mientras bajo las gradas veo la cara de desaprobación de mi madre, también está molesta por mi estúpida decisión.

—voy hablar con Oriana, ya vuelvo —digo, ganándome la atención de mis familiares.

—trata de no liarla. —me dice Paco y yo asiento.

—aún más —añade Jimena y yo ruedo mis ojos.

salgo junto con Manel y cruzamos la calle, mis manos empezaban a sudar, mi amigo toca la puerta, y yo trato de mantenerme en calma, no es momento para que me ataquen los nervios y ansiedad. La puerta se abre y detrás aparece Vicky, le sonríe con cálidez a Manel y se hace a un lado para que entremos, voy detrás de Manel pero me detengo cuando la castaña me jala del brazo y me saca de la casa, cierra la puerta a sus espaldas, y me mira con enojo.

—¿qué mierda haces aquí? —la molestia se ve reflejada en su rostro.

—vengo a ver a Oriana y Pablo tía, son mis amigos. —respondo mientras me suelto de su agarre.

—no, vos eras amigo de Oriana —me dice mientras pone su dedo en mi pecho— la sacaste de tu vida, no asistes al funeral de sus padres, y ahora te haces el amigo de ella, no me jodas Ginés.

—he cometido errores, lo sé, ¿crees que me siento orgulloso de lo que le he hecho? pues no es así, pero quiero tratar de enmendarlos. —digo tratando de mantener mi seriedad, aunque sus palabras me hirieron, porque eran certeras.

—donde te mandes una cagada, yo misma te cago a trompadas, y no estoy bromeando. —se da la vuelta y entra a la casa nuevamente. 

entro detrás de ella, en la sala está Pablo sentado en el sofá, hablando con Chemi y Alfon, mientras que la isla de la cocina están, Sergio y Manel hablando, y a un lado Javier y Alejandro, pero, ¿dónde estaba ella? Me acerco a Pablo, con un poco de temor por su reacción.

— chaval, lo siento mucho tío —digo, mientras lo abrazo— perdóname por no haber asistido al funeral.

—tranquilo tío, al menos viniste aquí, gracias. —dice con una sonrisa cabizbaja. Continúa la conversación, pero ésta vez soy integrado, aunque no presto atención porque mis ojos no dejan de buscarla.

muevo mi vista hacia las gradas, ella viene bajando junto a Vicky, venía tomada de la mano de la chica de gafas, Victoria la ayudaba a bajar las gradas, mientras parecía estarle diciendo algo, no logro escuchar qué es. Oriana alza su vista, y después de un año, nos volvemos a ver fijamente.

aunque a diferencia del pasado, ésta vez su rostro no brilla, no me ve con una sonrisa, la situación no lo demanda, ni yo lo merezco.

sueños interpuestos ; walls. Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora