Capítulo 11

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Cinco's POV

¡Oh no! Necesito devolverle el diario sin que se dé cuenta lo antes posible. ¿Y si le digo la verdad? No no no, me mataría. ¡Mierda! Necesito ir a dejarlo lo más rápido posible. ¿Pero cómo sé si es que está en su habitación? No puedo llegar y tocar o teletransportarme dentro, podría estar ella dentro y me preguntaría que hago allí. Necesito ver si es que está dentro de su habitación.

Salí de mi habitación y me puse a buscar por toda la casa. La encontré en la cocina charlando con Vanya animadamente. Me apresuré en ir a su habitación. Me teletransporté y cuando iba a abrir la puerta una voz hace que me sobresalte.

-¿que haces?- dice... ¿Klaus?

-eeehhh... nada- ¿enserio Cinco?

-¿dime que hacías?- me pregunta divertido.

-te dije que nada- dije molesto.

-si me das 20 dólares no le digo nada de lo qué pasó a Ocho, pero si no...- pensó un momento- le diré que venías a verle la ropa interior- QUEEEEEE.

-¡¿QUE?! KLAUS NO HAGAS ESO- dije desesperado.

Me acercó su mano e hizo un gesto para que le diera dinero.

-¿de dónde voy a sacar yo dinero?- el me miró pícaro.

-si yo tuviera tu poder robaría todo el dinero y ni se darían cuenta de que era yo- dijo y entendí.

Rápidamente me teletransporté a un bar y le robé la billetera a un señor disimuladamente, saqué 20 dólares y le devolví su billetera sin que se diera cuenta. Volví a casa y Klaus seguía en el mismo lugar.

-mi dinero- movió su mano.

-agh toma- le di los 20 dólares- ahora tú debes de cumplir- y él solo salió saltando feliz.

-más droguitas, más droguitas- cantaba y yo solo rodé los ojos.

Me apresuré en dejar el diario debajo de su almohada y salí rápidamente. Era de noche y tenía un poco de sueño así que me dispuse a dormir.

No sé a qué hora me desperté pero necesitaba seguir con la investigación lo antes posible. Me teletransporté a la habitación de Ocho quien seguía durmiendo. Se veía tierna. Robé el ojo del velador y cuando me iba a volver a teletransportar Ocho se despertó sobresaltada.

-¿que rayos haces aquí?- dijo asustada.

-bien a buscar lo que era mío- le señalé el ojo y ella sintió.

-¿a donde vas?-

-al hospital, tendrán que decirme el nombre si o si- dije decidido.

-pues te acompaño- dijo y yo no tenía problema así que no le respondí nada.

-voy a por Klaus, lo necesitaremos- dije y fui a por Klaus.

Estaba en su habitación ¿bailando? O tal vez podía estar conjurando algo... no sé, pero se veía que estaba drogado, como siempre.

-hey Klaus necesito tu ayuda- dije y paró de bailar para acercarse a mi torpemente.

-¿me pagarás?- yo fruncí el ceño.

-no- negó.

-entonces no hay trato- dijo y yo rodé los ojos.

-bien- dije entre dientes.

-20 dólares- dijo

-¿para que necesitas tanto el dinero? ¿Solo para drogarte?- dije, era bastante obvio.

-la droga es vida, deberías probarla- dijo emocionado.

-¿y quedar como tú? Ni loco-

-¿que necesitas que haga?-

-necesito que te hagas pasar por mi padre-

-okey hijito- suspiré irritado.

-ahora no, en el hospital- me fui y se quedó bailando como antes.

-listo- ocho apareció frente mío y me asusté demasiado.

-casi me matas del susto-

-mejor- dijo y yo la fulminé con la mirada- ¿por qué te tomas todo tan literal?- alegó y rodó los ojos.

Volví a entrar al cuarto de Klaus- ya nos vamos Klaus.

Nos fuimos en el auto. Yo obviamente era el que manejaba. Klaus iba de copiloto pero era un TERRIBLE copiloto así que Ocho se tuvo que cambiar por él. Cuando llegamos nos dirigimos hacia la oficina del mismo tipo que Ocho decía que había visto ayer.

-¿te conozco?- preguntó el tipo apuntando a Ocho.

Ella rápidamente me arrebató el ojo de las manos y se lo puso enfrente de la cara al del señor. Éste solo rodó los ojos.

-la niña de ayer- bufó- ¿que quieren ahora?

-no nos iremos hasta que mis hijos consigan lo que quieren- dijo Klaus.

-solo denos el nombre del propietario del ojo y nos iremos- dije serio.

-pues no creo que sea así, no se los puedo dar- dijo el doctor perdiendo la paciencia.

-usted lo quiso así- dijo Klaus y le pegó un zape a Ocho en la mejilla, pero fue tan fuerte que le quedó la forma de la mano en el cachete y le empezó a sangrar un poco la nariz- ¿por qué le pegó a mi hija? Si sabe que está muy mal pegarle a las mujeres- dijo Klaus haciéndose el ofendido.

-usted señor está loco, llamaré a seguridad- y antes de que pudiera si quiera agarrar el teléfono Ocho me pegó un zape pero no tan fuerte como el que le había pegado Klaus a ella.

-¿por qué le pegó a mi hermano? Los policías no querrán saber eso- dijo sonriendo victoriosa.

-ahora sí los llamaré- dijo pero otra vez, antes de que lo hiciera, agarré una hola de cristal que había sobre la mesa y la estrellé contra la cabeza de Klaus quien comenzó a sangrar un poco.

-¿a quien crees que le creerán?- sonreí victorioso.

(...)

-no puedo creer que hiciéramos tanto drama por un ojo que todavía no se fabrica- dijo Klaus.

-no era necesario romperme la nariz Klaus- dijo Ocho sosteniendo un pañuelo contra su nariz la cual sangraba.

-gracias por no haberme pegado tan fuerte, por cierto- agradecí a Ocho.

-fue bastante satisfactorio la verdad- se rió.

-ja ja muy gracioso- dije sarcástico.

-mis 20 dólares- dijo Klaus extendiéndome su mano.

-corre- le susurré a Ocho y nos escapamos hacia el auto dejando a Klaus solo.

-HEY! VUELVAN!- gritaba Klaus pero ya estábamos muy lejos.


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Probablemente no esté muy activa esta semana ya que tengo como 3 pruebas, pero trataré de subir seguido. ¿Les va gustando?

I used to hate you •Cinco Hargreeves y tú•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora