El favor

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Advertencias: Mundo omegaverse, diferencia de edad, violencia, humor medio dramático que termina siendo cualquier otra cosa, morbo, etc.

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I.

Pese a lo que creyeran de la mafia y los rumores de sus ajustes de cuentas extremadamente sucios, lo cierto es que la mayoría de ellos resultaban maniacos casi compulsivos por mantener cada espacio y objeto cercano a ellos totalmente impoluto, tal vez era el hedor que llevaban cargando desde la más tierna infancia o simples modales, a fin de cuentas, cualquier recordatorio que les separara de los animales parecía ser válido.

Loki planeaba romper la regla, como muchas que acaba de romper sin miramientos pues ya no tenía motivos para seguirlas y al caso estaba más cerca de convertirse en un monstruo que otra cosa.

Cuando Fandral abrió el inmenso portón de acero y su cañón apuntó directo a su cabeza, el joven omega apenas y sonrió con la más absoluta apatía alzando sus manos ensangrentadas en señal de paz.

—Lo has conseguido.

Loki no contestó, pero por su aspecto era más que evidente.

Tres hombres corpulentos se le acercaron quitándole la chaqueta y camisa de un tirón, traía el hedor de la muerte y la pólvora impregnada por mucho que intentaran quitársela al igual que los restos de sangre y vísceras de algún pobre infeliz.

Le quitaron sus botas y desarmaron, alejando sus míticas navajas de empuñadura de plata que lo convirtieron en leyenda hacía ya mucho tiempo, tampoco es como si planeara volver a utilizarlas pues ya no había motivo para ello.

Por fin estaba en paz con el universo y en consecuencia una deuda por pagar con el gran padre de todos.

—Puedes pasar— ordenó el más voluminoso del grupo frunciendo la nariz y esbozando una evidente mueca asqueada a la que Loki correspondió con coquetería.

No había mayor disfrute que causar el disgusto en algún alfa.

La mansión del jefe de la mafia era una cosa sublime y teatral, había salones muy representativos y de temática específica. Para los invitados y novatos se les permitía el paso por el acceso principal donde preciosas esculturas griegas y enormes cuadros de Tintoretto con sus ángeles alados parecían juzgar con ojo imperturbable a cada alma que cruzara la residencia.

Por supuesto, Loki era designado por el acceso sur muy lejos de esos seres celestiales. Un compilado de los cuadros negros de Goya por la pared derecha, los círculos del infierno de Botticelli a la izquierda y las expresivas gárgolas góticas a la entrada de cada salón daban una impresión muy precisa de cómo eran las cosas allí.

Loki siempre prefirió el ala sur y a decir verdad combinaba bastante bien con él. Su aire asesino, las huellas de sangre marcando un rastro deplorable y ese aspecto grotesco con maquillaje corrido y sangre seca de pies a cabeza, daba la impresión de un alma en pena vagando eternamente por esos tenebrosos pasillos.

No era de extrañar que varios mozos se devolvieran sobre su andar al verlo avanzar hasta ellos.

Al llegar al final del pasillo, otros dos guardias lo revisaron y guiaron hasta la oficina privada del padre de todos.

—Te ves repugnante, omega— le dijo uno de ellos, golpeando la puerta —Ya deberías saber que a nuestro padre le desagrada cualquier evidencia de nuestro trabajo y tú estás bañado en él.

Loki se encogió de hombros.

—Éste es mi último trabajo. Él comprenderá.

Del otro lado se escuchó un suave "adelante" a lo que ambos hombres le permitieron acceder.

MafiaWhere stories live. Discover now