La petición II

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Advertencias: Continua Loki. Comienza maratón de capitulos.

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I.

Enarcó una elegante ceja mientras dejaba a un lado el informe sobre los últimos trabajos de su alfa. Todo era perfecto salvo por una insondable curva de desprolijidad y exceso de violencia, calzando a la perfección con aquel tiempo en que se separaron.

"Desmembró por disfrute al cabeza de familia por asesinar a sus crías" decía la estilizada caligrafía de Heimdall "No le dio tiempo de llegar a un acuerdo con un beta que había iniciado una red de trata de personas y le disparó entre los ojos frente a sus víctimas" "Quemó vivo al alfa que causó la masacre en un hospital para omegas en México" "Bañó en acido a...".

Suspiró. Le estaba costando mucho esfuerzo el asociar las escenas descritas con su mocoso, por supuesto Loki lo educó para eso y como su maestro se sentía muy orgulloso de saber que estaba realizando su trabajo como se esperaba de él (salvo por esa curva de incidentes), pero seguía sin poder imaginarse a Thor realizándolo.

La imagen que tenía de él seguía muy vívida en su memoria, aquella sonrisa amplia e inocente que le dedicaba sólo a él, sus mejillas sonrojada cada vez que quería alguna muestra de afecto por su parte, sus palabras, dudas y miedos que siempre esbozaba tan abiertamente ¿era acaso toda una mentira?

—¿Preparado?— preguntó Fandral apareciendo desde detrás de la puerta con un traje formal oscuro, había pasado un largo tiempo desde la última vez en que ambos trabajaron juntos para la familia, pero ciertamente ahora las cosas eran diferentes.

Loki acomodó su cabello por sobre ese abrigo de piel de oso y el impoluto traje de tres piezas color nieve. Fandral se arrodilló frente a él ofreciendo unos elegantes zapatos de un delgado tacón rojo como la sangre y aretes a juego.

—Es un regalo del Padre de Todos— explicó, procediendo a descalzarlo y colocarle los altísimos zapatos. Loki chistó con la lengua, pero no se negó al regalo, después de todo el que estuviera furioso no implicaba que no pudiera recibir regalos como ofrenda de paz —Son diamantes rojos— explicó el beta —extremadamente raros e invaluables.

Uno de sus subordinados se acercó hasta él con un espejo reflejando a la hermosa criatura en que se había transformado de la noche a la mañana, incluso para él era innegable el hecho de que cada día lucía más y más como un omega. Su rostro ahora lozano y anguloso era coronado por unos labios delgados y apetecibles que combinaban a la perfección con aquellos aretes.

Por instinto llevó sus dedos hasta las gemas y disfrutó de su contacto.

Fandral se alejó unos segundos más tarde para presentar su último regalo, un tesoro que sólo había visto en manos de Odín y esperaba algún día en Thor.

—El anillo de nuestro Padre, ahora es tuyo por el tiempo en que nuestro Jefe esté a prueba— dijo con solemnidad —la МАТЬ ВСЕГО y el Gbogbo baba han dado su aprobación.

—¿Es que acaso no saben que el niño me ha abandonado?— preguntó con diversión que no se reflejó en sus ojos.

—Eres la pareja de Thor desde los seis años, así fue anunciado para el mundo entero y así será consumado muy pronto, eso es lo que ellos saben. Lo demás es un problema doméstico que todos pasamos por alto.

Loki desvió la mirada y se apartó con brusquedad en dirección a la salida.

Torturaría a Thor hasta la saciedad por ponerlo en esa posición y tener que fingir que aquello para él era sólo un "problema doméstico".

—Vamos— ordenó —antes de que cambie de opinión. 

MafiaWhere stories live. Discover now