Bʀᴇᴀᴋ ᴀ Lᴇɢ • Cʜᴏɪ Bᴇᴏᴍɢʏᴜ

【Eᴘɪsᴏᴅᴇ ₁₀】

Mis ojos se abren pesadamente cuando siento la luz del sol sobre mi rostro.

De pronto la sensación de un cuerpo extra en mi cama me alerta a recordar lo que pasó ayer.

Sorim vino, lloró desconsoladamente por horas, bebimos... y al final nos quedamos dormidos.

Un momento, ¿bebimos? Traje algo. Si, bebimos.

Me alejo un poco al percibir que se queja y paso mi brazo por encima de mi rostro, tratando de cubrirme del sol al haber olvidado las cortinas abiertas.

Agarro mi teléfono y lo conecto al interruptor; se enciende rápidamente y después de unos segundos, las notificaciones comienzan a llegar como palomitas de maíz.

[Hueningkai]
¡Rómpete una pierna! :D
07:14 am

¿Tan temprano y deseándome el mal? Aunque, no me sorprende.

[Mamá]
¿Ya te levantaste? ¡Lo harás bien, bebé! ❣️
07:16 am

[Papá]
Tú abuelo empeoró, no llegaremos, suerte, Beomgyu.
09:00 am

¿Llegar? ¿Hacer bien? Si habla de la limpieza, ya la hice.

[Hueningkai]
¿Dónde estás?
09:34 am

¿Ya vienes?
09:36 am

Te estamos esperando.
09:36 am

Mi cabeza duele. No entiendo.

[Hueningkai]
¡Beomgyu!
11:56 am

Amigo en Sergio
11:56 am

En serio*
11:56 am

¡Beomgyu!
13: 00 pm

:'/
13:00 pm

Ahora sí, te deseo suerte. >:v
13:01 pm

¿Suerte? Rómpete una pierna... No llegaremos... Lo harás bien...

¡La presentación!

Me levanto de golpe, aventando el teléfono adonde caiga.

Estoy muerto.

—¡Beomgyu! ¿Qué pasa?

—No hay tiempo para explicar, vete a tu casa —vocifero corriendo de un lado al otro, por lo menos para intentar verme decente e ir.

—Beomgyu, ¿me vas a dejar así?

—Sorim —pronuncio su nombre casi suplicando—, terminamos y ya te desahogaste lo suficiente conmigo, así que, por favor, vete.

—¡Beomgyu!

Entro al baño, me cepillo los dientes y me lavo la cara a la velocidad de la luz.

—Cuando vuelva no quiero verte aquí —aviso antes de salir corriendo de la habitación y luego de mi casa.

No puede ser. No puedo fallarle. ¿O ya lo hice?

Aún con la respiración agitada, sigo corriendo. Llego por fin a la escuela y entro sin más; directo al salón de teatro.

Mi recorrido se detiene al verla; con su traje de Julieta, el cabello bien peinado y la cabeza gacha frente a dos personas.

—¡Desde el principio te lo dije! ¡Nunca me haces caso! ¡¿Qué sucede contigo?!

El señor alborota a la castaña de forma despiadada; sin embargo, no me atrevo a intervenir.

—¡Incumples los horarios de mi casa! ¡Incumples los horarios de la escuela! ¡Y ahora esto! ¡¿Cuántas veces te repetí que no lo hicieras?!

—Cariño, baja la voz —pide una señora junto a ellos.

—¡Ni siquiera conseguiste la dichosa beca que tanto ansiabas!... ¡Y deja de mover los pies!

—Señor, por favor, cálmese —solicita la profesora Kim—. No fue su culpa.

—Nos vamos ahora mismo —dice, por último, saliendo muy enojado.

—Ya se le pasará —agrega la señora, tocando las mejillas de Kyu. Da un gran respiro y va tras él.

¿Qué debería hacer?

—S-So-Soonkyu —balbuceo. Voltea a verme al instante—. Soonkyu —repito, pero rueda los ojos, yendo también tras sus padres.

—Beomgyu —murmura Kim, cruzándose de brazos.

—Profesora, no me odie por favor. Tengo mis razones —suplico juntando mis manos.

—Pensé que eras distinto, jovencito —habla mirándome fijamente.

—En serio lo puedo explicar.

—A mi no. Le debes disculpas a Soonkyu y a tus demás compañeros.

—Me disculparé, pero dígame que no me odia.

—Muchacho, yo no puedo odiarte —se acerca a mi para dejar palmadas sobre mi espalda—. Ahora haz malabares para que la chica te perdone.

Me sorprende que no esté tan molesta como lo esperaba. Pero de quien tengo miedo ahora es de Soonkyu.

—¿Beomgyu? —menciona Jisool apareciendo justo frente a mi—. ¿Qué haces aquí? Todo terminó.

—Jisool, ¿estás enojada? —niega asustada—. ¿Segura? Perdóname, por favor.

—Beomgyu, no tienes que ofrecerme disculpas. Mejor ve y habla con Soon.

—Quiero hacerlo, pero creo... —¿Creo?—. No, está furiosa.

—De eso puedes estar seguro.

—¿Puedes ayudarme?