-¡¡Rubius por favor cállate ya!!- Alexby estaba harto, su amigo mitad oso llevaba media hora gritándole.
-¡¡Te estoy diciendo que Vegetta me robo 300 diamantes!! ¡¡No aceptó el amable trato que le hice después del divorcio y vino a robarme en mitad de la noche!!-
-¿Amable trato? ¿Te refieres a engañarlo para que se casara contigo, para que pudieras divorciarte 2 segundos después como el guarro hijo de puta que eres y así quedarte con la mitad de sus cosas? ¿Para después pedirle 300 diamantes para no perder todo por lo que él trabajó?- Rubius lo miró ofendido, y claramente molesto.
-Si, a eso me refiero, pero ese no es el tema, no aceptó las cosas, el muy gorrino todavía no me supera y me robó los diamantes anoche- Alexby suspiró como por décima vez desde que Rubius llego.
-Rubius, Vegetta nunca haría eso, está dolido, si, lo utilizaste, también, pero es el señor ilegalísimo, él nunca robaría nada- Rubius sonrió inmediatamente, Vegetta le pagaría caro por el robo de los diamantes.
-Claro que lo haría, es Lobo Nocturno después de todo- Rubius se cruzó de brazos, con una sonrisa triunfante en su rostro.
-¿Qué? ¿Estás seguro de lo que estás diciendo? Rubius, estás acusando a un compañero de ser el ladrón más buscado de todo el maldito pueblo, no juegues con esto- Alexby lo miraba seriamente.
-No estoy jugando, él me lo confesó una vez, su guarida está debajo de su sala de cofres, si vas a la parte vacía de abajo de su isla lo podrás ver- Alexby se levantó rápidamente, sosteniendo el comunicador y mirando a su compañero mientras hablaba.
-Fargan, tenemos novedades sobre el caso de Lobo Nocturno, necesito que vayas para la casa de Vegetta lo más rápido posible, lleva a dos policías contigo- Luego comenzó a caminar a la salida de la comisaria, dirigiéndose a la mansión del ojimorado -Vegetta, si esto resulta ser verdad tendrás mucho que explicar-
Rubius lo siguió sonriente, el quería ver esto.
El híbrido de oso no sabía la sorpresa que le esperaba.
Cometió el error de subestimar a Triple 7.
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La Venganza de Vegetta
FanfictionSi Rubius creía que podía enamorarlo así como así, emocionarlo, fingir que lo quería, casarse con él y pedirle el divorcio a los dos segundo sin consecuencias estaba muy equivocado. 300 diamantes, eso era lo que el muy guarro le había pedido para qu...
