La Fea Más Bella: Y Llegaste Tú

Capítulo 111: ¿Doctor...es?

*** Capítulo Semi-final ***

A la mañana siguiente, Fernando y Leticia se fueron muy temprano para la oficina del doctor que atendió a Lety durante su embarazo anterior. Era difícil determinar quién de los dos estaba más nervioso, pero tenían claro que teniéndose el uno al otro, todo estaría bien.

"Buenos días, familia Mendiola." El doctor le dio la mano a Fernando y a Leticia. "¿Cómo está esta preciosura?" El doctor se dirigió a Andrea quien estaba sentada sobre las piernas de su papá.

"Bien." Contestó la niña, escondiéndose en el cuello de padre.

"Bueno Leticia, mi enfermera me informó que te hiciste una prueba de embarazo casera y salió positiva, y me temo que la que te hizo ella, también." El doctor examinaba los papeles en la carpeta cuidadosamente. "Dime algo, ¿Te has seguido tomando las pastillas que te receté?"

"Bueno... Es que..." El ojo de Leticia comenzó a temblar. "Sucede que, Fernando y yo estuvimos en terapia, y parte de esa terapia era la abstinencia. Yo no veía la necesidad de seguirlas tomando. Y cuando reanudamos nuestra vida íntima, ya habían pasado los dieciocho meses que me había dicho, entonces asumimos que ya no era necesario."

"Comprendo. Bueno, comencemos por hacer un ultrasonido para examinar tus opciones, ¿está bien?"

"Si. Pero una cosa, Doctor." Leticia intentó tragarse el nudo que se le formó en la garganta. "No quisiéramos escuchar el corazón si vamos a tener que... este... interrumpir el embarazo."

"Comprendo." Hasta el mismo doctor estaba triste por la situación que los abrumaba. "Fernando, Leticia, antes de comenzar, quiero que sepan que diariamente hay nuevos descubrimientos científicos. Eso quiere decir que a lo mejor sus opciones han cambiado. No todo está perdido."

Fernando y Lety solo asintieron silenciosamente. Las palabras del doctor hicieron muy poco para calmar sus nervios. Leticia se acomodó sobre la camilla con lágrimas en los ojos y Fernando se puso de pie a su lado, entrelazando sus manos y dándole un beso en la frente. "Recuerda mi amor que pase lo que pase, lo enfrentaremos juntos." Le susurró él al oído. "Te amo."

"Yo más." Susurró ella cerrando los ojos, agradeciendo su apoyo; ella jamás se habría podrido enfrentar a esto sola.

Pasaron varios minutos en silencio, mientras el doctor movía y movía su aparatito sobre el vientre de Leticia. Él se acercaba a la pantalla y se volvía a alejar como alguien que buscaba algo, pero no recordaba donde lo había puesto.

"Ya, Doctor Meléndez, por lo que más quiera diga algo." Comentó Fernando.

"Perdónenme, pero... es que... Yo sé que están muy preocupados, pero necesito consultar algo con mis colegas." El doctor salió de la habitación limpiando sus lentes, con la mirada perdida.

"Tranquila mi amor." Fernando apretó la mano de su esposa quien intentaba con todas sus fuerzas controlar su llanto.

"¿Qué es lo que pasa?" La voz de Leticia era apenas un susurro.

"No lo sé..."

Las palabras de Fernando fueron interrumpidas por la entrada del doctor Meléndez, seguido por otros dos doctores, y Fernando reconoció inmediatamente a uno de ellos.

"¿Y él que hace aquí?" Fernando pudo sentir el coraje apoderarse de él. De no ser porque tenía a Andrea en un brazo y la mano de Leticia en la otra, lo hubiese golpeado allí mismo. "Lárguese. Por su culpa estamos viviendo esta pesadilla."

"Cálmese Señor Mendiola." El Doctor Meléndez habló en un tono sensible. "Yo puedo entender sus sentimientos, pero necesito confirmar varias cosas con el Doctor Gómez. Le prometo que, si no fuese absolutamente necesario, no le hubiese llamado."

"Yo sé que mis palabras no valen nada para ustedes, pero les juro que, en el momento, hice lo único que estaba a mi alcance para salvar la vida de ambas. Créanme que para ningún doctor es fácil tomar una decisión por un paciente que le cambiara la vida por completo." Se disculpó el doctor Gómez, antes de concentrarse en las imagines que le mostraba el doctor Meléndez en la pantalla.

"No puede ser. Es que aquí precisamente fue donde tomé los puntos dobles. Esto es imposible."

"¡¿ME QUIEREN DECIR QUE DIABLOS SUCEDE?!" Fernando ya no aguantó más la incertidumbre.

"Calma, amor, calma." Leticia apretó su mano, señalando a su hija con la otra. Fernando al darse cuenta de que había asustado a su hija, soltó la mano de Leticia para abrazarla.

"Perdónenos Señor y Señora Mendiola. Yo soy el doctor Rafael Aguirre. Soy el director de cirugía de este hospital, especializado en obstetricia. Lo que sucede, Señora Mendiola, es que lo que estamos viendo en la pantalla, no concuerda con su expediente."

"¿A qué se refiere exactamente?" Preguntó Lety confundida.

"En su expediente, el doctor Gómez describió con mucho detalle como transcurrió su cesárea de emergencia cuando nació su hija. Y efectivamente, usted debería de tener un útero evidentemente reducido y con varias cicatrices permanentes. Especialmente en medio, donde el doctor Gómez tomó puntos dobles para asegurarse que sanaría adecuadamente. Pero lo que estamos viendo en la pantalla, es una matriz completamente sana, del tamaño adecuado. En otras palabras, Señora Mendiola, en la pantalla no se ve ni una sola señal de la cirugía que usted tuvo hace más de un año." Dijo el doctor Aguirre.

"Para ser más claro," insertó el doctor Meléndez al notar las miradas confundidas de la pareja, "la matriz en la pantalla pareciera pertenecer a alguien que solo ha tenido bebés naturalmente; no con una cesárea normal, mucho menos una tan drástica como la le hizo a usted el doctor Gómez para salvar su vida y la de su hija después de aquel accidente automovilístico. A nosotros como doctores no se nos permite decir esto, pero Leticia, en esta pantalla nosotros estamos viendo un milagro." Le confesó el doctor Meléndez con una sonrisa. "Mas de uno realmente."