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16 de Marzo del 2020

Por fin era lunes y el pelinegro se apresuraba hasta su casillero, miró a su alrededor esperando ver por ahí a su lindo chico, pero no pudo verlo (aunque tampoco tenía muchas esperanzas de aquello) así que sólo abrió su casillero esperando ver el hermoso sobre perfumado al lado de una caja cubierta con con moño de color blanco, pero tampoco había rastro de los regalos que el chico le hacía a diario.

Estaba preocupado, no se había olvidado del estado en el cual se encontraba el pequeño el viernes, tan adormilado y distraído que ni siquiera había llevado una sombrilla o un suéter que lo abrigara, y eso solo lo hacía preocuparse aún más ¿Qué le había pasado a su chico? ¿Estaba enfermo? ¿Tenía quién lo cuidara? Las preguntas que él no sabía cómo responder lo estaban torturando.

Cerró su casillero y vio la hora, todavía faltaba tiempo para la primera clase así que hizo lo primero que se le vino a la mente: Hablar con el mejor amigo de Park JiMin, Kim TaeHyung. Sería mentira decir que no había preguntado acerca de JiMin y todo lo que tuviera que ver con él, así que cuando iba a hablar con él esa tarde ya sabía al menos lo básico del chico, y una de esas cosas es que tenía un mejor amigo al que le contaba todo.

Tuvo suerte al encontrarse con TaeHyung justo antes de que entrara al salón, se acercó y lo tomó del hombro haciendo sobresaltar más alto que volteo a verlo entre sorprendido y confundido ¿Qué hacía el crush de su mejor amigo ahí? O mejor ¿Qué hacia el crush de su mejor amigo buscándolo? JiMin no le había dicho nada sobre algún progreso con YoonGi.

—TaeHyung verdad? —Preguntó el mayor nervioso a pesar de que ya sabía quién era.

—Si... YoonGi verdad? —Preguntó el más alto, había escuchado mucho del mayor por parte de su amigo y estaba curioso por lo que le diría.

—Si, y sabes... Sabes donde está JiMin? —Dijo a la vez que sus mejillas se teñían de un suave color rosado que resaltaba en su piel blanca como la porcelana, TaeHyung también sabía quién era así que eso confirmaba que JiMin le había hablado de él.

—JiMin... —Soltó un suspiro y pasó una de sus manos por su cabello despeinándose en el acto. —No vino hoy, está enfermo.

El pelinegro sintió como un escalofrío le recorrió todo el cuerpo al escuchar eso, ya se lo suponía pero escucharlo era peor de lo que pensaba y lo ponía más nervioso de lo que pensaba ¿Ese lindo chico estaba enfermo en su casa? ¿Acaso alguien lo estaba cuidando o de verdad estaba solo por su cuenta? Se estaba preocupando más de lo que pensaba.

—Hey, YoonGi? —El castaño empujo ligeramente el hombro del pelinegro al ver que este se había quedado callado y casi parecía en otro mundo.

El mayor lo miró, sus ojos reflejaban perfectamente sus emociones tal y como JiMin le había dicho, ese chico estaba preocupado por su mejor amigo y no pensaba dejarlo así como así, pero la primera clase estaba a punto de empezar y no tenía mucho tiempo para actualizarlo sobre la situación de JiMin, así que saco un papel de su bolso y un pequeño lápiz de su bolsillo y escribió algo rápidamente.

—Toma, ahora no podremos hablar bien. —Le tendió el papel a YoonGi y le sonrió cuando lo agarró. —Con esto podrás contactar a JiMin y a mi. —Y justo después de decir eso entró al salón que le correspondía.

No podía creerlo, tenia en sus manos el número de su pequeño.

Flower Crown • YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora