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18 de Marzo del 2020

Era de mediodía y su última clase había terminado hace unos minutos, el se encontraba caminando y viendo entre las tiendas intentando encontrar algo que le gustara, no pasara su presupuesto y fuera del agrado de su pequeño, su frustración aumentaba con cada tienda que pasaba, no consideraba nada de lo que veía lo suficiente hermoso y digno como para dárselo al pequeño, y cuando veía algo que le gustaba él no era suficiente.

El pelinegro se sentó con un leve suspiro en un banco y revolvió su cabello con la esperanza de que eso le diera alguna idea, se quedó pensando hasta que sintió un suave aroma dulzón inundar el aire, dirigió su mirada a donde provenía el olor y vio una floristería que rápidamente lo hizo acordarse de JiMin, dudó un momento y luego con cautela se acercó para poder ver bien las flores.

—Hola jovencito, ¿que tipo de flores buscas?. —Dijo sonriente una mujer acercándose a YoonGi.

—Ah... Bueno, yo buscaba un regalo para la persona que me gusta... Le voy a pedir una cita. —Dijo el chico con cierto nerviosismo mientras un leve sonrojo se asomaba por sus pálidas mejillas.

—Ay, que chico más tierno. —Dijo embelesada. —Es lindo saber que todavía hay chicos que regalan flores.

—¿H-hay alguna flor que me recomiende?.

—¿A ti te gusta alguna flor en especial?. —Sonríe cálidamente y señala las flores. —El significado más importante es el que tu mismo le das.

El chico asintió con una pequeña sonrisa y vio fijamente todas las flores, fijándose también en el económico precio que estaba a su favor, sonrió al ver una flor que a pesar de no saber su nombre reconocía a la perfección, volteo a ver a la señora y señaló las flores.

—Disculpe... ¿Cómo se llaman éstas?.

—Oh, esas se llaman Acianos querido ¿ésas te gustan?.

—Si, ¿puede decirme su significado por favor?.

—Claro. —Agarra una de las flores y se la da al pelinegro con delicadeza. —Da el significado de un amor puro y delicado, y también puede darse con el sentimiento de un amor que es difícil de expresar.

YoonGi se le quedó mirando a la mujer y luego miró la flor en su mano, con una diminuta sonrisa asintió y sacó el dinero correspondiente a lo que sería un pequeño ramo y se lo dio a la señora quien lo miraba con una alegría desbordante, tanto que parecía que el ramo sería para ella.

—Muchas gracias, tenga una linda tarde.

—Igual querido, y mucha suerte.

—Gracias.

Se fue con una sonrisa, obviamente necesitaría suerte, todo el valor y suerte del mundo.

Flower Crown • YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora