Estrellas

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Tarde se fijó, en que nuevamente se había perdió –Mentalmente mando al diablo al estudiante desaparecido- Chisto y bufo mientras buscaba con la mirada la melena verdosa. 

Ariadna paso junto a él y al verlo tan molesto se acercó y le extendió una antorcha.

-¿Que ocurre señor Tomura? ¿Acaso no encuentra al pequeño Izuku?

-¿Dónde está?

-Bueno, lo vi caminando junto al señor Demetrios hacia la casa de preparaciones- La manera en la que la mujer sonreía solo lograba que su molestia empeorara.

"La sonrisa de alguien que insinúa algo."

-¿Dónde?

El tono fastidiado en la voz de Shigaraki, ni inmuto a la mujer. Parecía despistada, y al mismo tiempo perspicaz. Ariadna señalo un camino y le dio indicaciones mientras sonreía, se despidió siendo ignorada. 

Ella creía que Tomura estaba celoso.

Antes de poder acercarse a la casa, Shigaraki vio al pecoso salir corriendo del lugar. Le hubiera gritado que se detuviera pero, se percató de que el menor estaba corriendo en ropa interior, se quedó quieto en su lugar.

. . .

Encontró a Izuku, hecho bolita contra un árbol, se veía más pequeño y por suerte ya estaba vestido. Camino hacia él, con la intención de asustarlo pero, se detuvo cuando escucho un gimoteo ahogado venir de la pequeña mata de cabellos verdes. Chisto y se apoyó en un árbol cercano al pecoso.

"Demasiado problemático como para acercarse"

-Ahora ¿por qué lloras?, mocoso- preguntó fastidiado, viendo como saltaba en su lugar. Los verdosos ojos le miraron aterrado, pero al instante cambio su mirada a una aliviada solo para regresarla al suelo -No deberías poner ese tipo de expresiones, pequeño héroe.

Dijo lo último con sorna, esperando que el candidato a héroe le mirara con reproche, pero la reacción que obtuvo del menor fue distinta. 

El gimoteo se volvió más sonoro, Izuku escondió su rostro entre sus brazos, fracasando en el intento de silenciarse.

"Que fastidioso, que ruidoso, demasiado problemático. ¡Cállate de una vez!"

-¡Ya cállate maldición! ¡Todo lo que sabes hacer es llorar! ¡¿Acaso eso le enseñan a los héroes de ahora?!

-¡Entonces no me mires! ¡Yo no pedí que vinieras! ¡Ni pedí venir a este lugar, ni perder mi Quirk!

-¡No estaríamos en este maldito lugar, si no hubieras pedido ayuda!

-¡¿Cómo no voy a pedir ayuda?!- Midoriya extendió sus brazos, lleno de frustración. Tomura se tragó una risa por lo ridículo de la situación, esa pelea no llevaba a ningún lado y el rostro del contrario era un desastre -Para empezar no debes amenazar a las personas que te encuentres por la calle

Sentía un poco de mareo, rascaba su cuello despacio mientras veía las regordetas mejillas pecosas sonrojadas. Era un poco encantador verlo refunfuñar y apretar los labios mientras, accidentalmente, hacía que sus mejillas crecieran más.

Midoriya se dejó caer en el duro césped, contemplando el cielo con una mirada de derrota. Shigaraki clavó la antorcha a un lado y tomo asiento contra un tronco, miro los ojos del pecoso desde su posición. 

Los enormes ojos de Midoriya reflejaban las estrellas de esa noche -Era como ver un precioso cielo verdoso- Izuku sonrió débil, mientras sorbía su nariz y soltaba una risita.

"Que desastre de cara"

-Shigaraki Tomura... ¿Estuviste bebiendo?- preguntó el menor. No sonaba seguro, incluso parecía haber reaccionado, era como si esa confianza que mostró durante la discusión hubiera desaparecido de la nada.

"¿Acaso es tonto? Es como si olvidara que soy un villano"

-...No- respondió y Midoriya soltó una risa, revolviendo sus cabellos con una de sus manos mientras la otra jugueteaba con el césped. 

Izuku se mordió un labio y Tomura observo el instante exacto en el que las estrellas se volvían borrosas por las lágrimas.

-Es malo mentir- susurro. Su voz se quebró a la mitad, haciendo que Shigaraki se removiera incómodo.

-Soy un villano. Mentir sobre mi condición, no es la gran cosa.

"Esto es extraño...."

Izuku se mantuvo en silencio unos segundos, luego volvió a sorber su nariz y soltó aire de manera irregular.

-E-Entonces...admites que has bebido.

Se coloco nervioso, parecía divertido con su situación. El sentimiento de bochorno creció en su pecho, era nuevo y no le agradaba, quiso golpearlo. 

La risa risueña se volvió más baja, hasta ser remplazada por un gemido doloroso. Izuku empezaba a tener pequeños temblores, volvió a cubrir sus ojos con su brazo mientras se aguantaba el llanto.

-¿Sabes? Cuando estoy ebrio me vuelvo más tolerante. Tal vez la ridiculez por la que lloras me parezca interesante.

Shigaraki Tomura no estaba ebrio.

Izuku movió un poco su brazo dejando a la vista una de sus esmeraldas y le miro por unos largos segundos, luego limpio su rostro y volvió la vista al cielo.

-...Las estrellas, son preciosas- susurro, soltando un suspiro. 

Shigaraki frunció el ceño -Midoriya sonreía nuevamente- bufo y volvió su mirada al cielo. Su curiosidad era más grande que las ganas de mirar el cielo estrellado.

-Mocoso molesto- susurro. Midoriya se removió nervioso, mostrándose tímido nuevamente.

. . .

Cuando Shigaraki volvió su vista al pecoso, este le miraba fijamente y con total seriedad.

"...¿Cuándo baje la guardia?"

-¿Qué?- pregunto incómodo. Retrocediendo levemente cuando Midoriya tomo asiento un poco más cerca.

Soltó un repertorio de preguntas sobre la situación en la que se encontraban, desde ¿Dónde estaban? hasta ¿Cómo saldrían?

Shigaraki golpeo levemente la frente del estudiante.

-Cállate- exigió. Se sentía cohibido por su mirada, era demasiado intensa.

Comenzar la larga explicación le parecía un suplicio, pero, era eso o dejar que Izuku siguiera molestándolo con esa avalancha de preguntas.

AdversidadWhere stories live. Discover now