XIV

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Maratón 4/4

¿Recuerdas... "ese" día? —rió amargamente, secando las lágrimas rebeldes de sus mejillas—. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer... perdóname, perdóname Leo. Todo es mi culpa, si tan solo me hubiera detenido, si tan soloe hubiera quedado quieto... Tal vez tú... tú estarías... conmigo y no aquí... —las lágrimas volvieron a salir, ésta vez con mayor intensidad—. Perdóname por favor, por favor. Me odio, me odio por lo que te hice, fui tan tonto. La ira me invadió, no estaba pensando y... y....

Era nuestro aniversario.

Ese día había despertado con una gran sonrisa en mi rostro, los chicos se burlaron por eso, pero también me felicitaron.

Estaba tan emocionado por verte.

Tenía todo planeado.

El día anterior a ese, cuando tuve tiempo pasé por una joyería, comprando un bello anillo de oro con una amatista arriba. El anillo tenía grabado en el interior "Mi amor".

No eran grandes palabras, pero para tí y para mí significaban todo.

Al salir ese día de las prácticas lo primero que hice fue bañarme y vestirme formal, había comprado un traje completo para la ocasión además de unos zapatos negros.

Había metido el pequeño cofre de terciopelo en el bolsillo del saco y estaba listo para ir a recogerte.

Con anterioridad, te había avisado que iríamos a un lugar elegante, asi que te había indicado que utilizaras un traje para que al verme así no te confundieras.

Había reservado un restaurante entero para la ocasión, sin personas molestas, solo tú y yo... y lo empleados.

En el camino de ir a comprar un ramo de flores recibí una llamada. Contesté de inmediato, frunciendo mi ceño en cuanto escuché la voz de una mujer.

— Disculpe, ¿es usted Min Yoongi?

— Sí, soy yo. ¿Quién habla?

— Soy del restaurante Sooyu —miré la hora en mi reloj, rodando mis ojos cuando noté que eran las 1 de la tarde.

— Sí sí, ¿qué pasa?

— Lamentablemente su reservación coincide con otra, así que no podremos realizarla. Sin embargo, puede reservar el restaurante para mañana y-...

— ¿¡Para mañana!? —casi grité de la molestia—. ¿¡Por qué no me avisaron antes!? Era un evento de suma importancia.

— Lo siento señor, podemos recomendarle otro restaurante y...

— Gracias por nada.

Corte la llamada, enojado. Guardé el teléfono con brusquedad en mi saco, y por esa estupidez, la caja de terciopelo se salió del bolsillo.

Cayó al piso y se abrió dejando que el anillo saliera y comenzara rodar.

Maldije mi suerte y dejando la caja olvidada salí de prisa tras el anillo. Parecía que el objeto no dejaba de rodar y que nunca podría alcanzarlo.

Stop Sleep, Please. [Min YoonGixMale!reader]Where stories live. Discover now