Capítulo 12: Be Alright.

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Está nervioso.

Seokjin inhala con cuidado cuando llega a la entrada del edificio. Está nervioso, el estómago revolotea, los dedos están inquietos, los pies inquietos. Han pasado más de cinco años desde la última vez que estuvo en el estudio con Yoongi, cantando para él, bajo su dirección. Nunca pensó que volvería a suceder. No está seguro de si debería estar feliz o ansioso por ello.

Está nervioso, una mayor conciencia de todo lo que le rodea. Exhala al entrar al edificio. Es más que eso, lo sabe.

Está anticipando, un estremecimiento de excitación vibrando bajo la superficie de su piel. Estará solo con Yoongi, su atención completamente capturada, sus ojos, sus oídos, sus pensamientos todos enfocados en Seokjin durante las cortas horas que permanecen juntos.

Cierre, se dice a sí mismo. Usa esta oportunidad para acabar con sus esperanzas, sus deseos, sus ensoñaciones en las que se dejó languidecer durante demasiado tiempo. Una última canción, una última vez, una oportunidad para silenciar los lamentos.

Seokjin sube las escaleras hasta el piso de Yoongi, subiendo cada escalón con un propósito deliberado, con la mano arrastrándose por la barandilla. Sus pasos resuenan en el espacio confinado, construyéndose unos sobre otros, una cacofonía de golpeteo, multiplicándose, amplificándose.

Hace una pausa en el rellano del piso de Yoongi, dando a su corazón un momento para desacelerar a un latido normal, succionando oxígeno de regreso a sus pulmones. El eco de su ascenso se desvanece y finalmente se queda con el suave sonido de su propia respiración. Endereza la espalda y levanta los labios en una sonrisa neutra, estirando la mano hacia la puerta y saliendo al pasillo.

La puerta del estudio de Yoongi está cerrada, como solía estar. Hace cinco años, Seokjin simplemente entraba, seguro de que su presencia siempre era bienvenida, querida, deseada. Parpadea los pensamientos y levanta la mano para llamar.

La puerta se abre casi de inmediato, Yoongi aparece con un snapback al revés y una chaqueta bomber. Mira a Seokjin, sosteniendo la puerta abierta con una mano, en silencio y parpadeando hasta que Seokjin inclina la cabeza y dice, "Hey. ¿Llego temprano?"

Yoongi sale de su estupor y niega con la cabeza, mirando a otro lado. "No, no. Llegas a tiempo. Déjame agarrar mis cosas." Da un paso atrás, recogiendo su tableta y un cuaderno forrado de cuero desgastado. Tan tonto como es, Seokjin se alegra de saber que Yoongi todavía los usa. Las palabras siguen siendo reales para él, piensa Seokjin. Trata de no preguntarse cómo Dead Leaves se veía en papel, cuántas revisiones atravesó, cuántos pensamientos tachó Yoongi, diluidos, raspando los bordes afilados, palabras demasiado vulnerables para lanzarlas públicamente.

Yoongi se vuelve hacia Seokjin y hace un gesto hacia el pasillo. "La cabina de grabación está dos puertas más abajo", dice, saliendo al pasillo y cerrando la puerta de su estudio detrás de él. "Por aquí", dice.

Seokjin se ríe brevemente, presionando sus labios y tratando de detenerse cuando Yoongi le envía una mirada confusa.

"¿Qué?" Pregunta Yoongi, los labios crispados.

Seokjin sonríe. "Sé dónde está la cabina de grabación", dice. "Esto solía ser Kelly Inch."

"Oh." Yoongi esnifa y mira hacia otro lado, pero Seokjin cree que ve una sonrisa luchando por formarse en sus labios. Caminan juntos el camino corto hasta el estudio. Yoongi se vuelve hacia Seokjin mientras le abre la puerta. "Después de ti", dice, señalando la habitación.

Seokjin entra en la habitación, los ojos se iluminan mientras mira alrededor del espacio que alguna vez fue familiar. "Has renovado", dice, señalando el nuevo equipo, la pintura fresca, los muebles nuevos.

Echo Chorus | ksj + mygDonde viven las historias. Descúbrelo ahora