Capítulo 3: Sherry

727 44 4
                                    

Capítulo nuevo... disculpen la tardanza, vida ajetreada en esta maldita cuarentena jajsjajas, en fin qué importa 🤣.

Denle amorcito al capítulo 🧡❤ .

"Puede uno tener el entendimiento de un ángel, y ser, sin embargo, un demonio."

Anónimo.

En una tranquila noche, donde solo la luna hacía acto de presencia se encontraban caminando un par de niños, uno de ellos de cabellos negro y ojos azul eléctrico, acompañado de unos lentes que cubrían gran parte de su rostro, a su lado una niña que no paraba de sollozar, cabello hasta los hombros de un extraño color rubio-fresa y ojos verdes.

—Vamos, deja de llorar, ¿tu casa es aquí a la vuelta? —dijo el pequeño tratando de consolarla, aunque él tampoco se sentía muy bien que digamos. —¡Rayos! Ya no aguanto más esto, me equivoqué con los hombres de negro a quienes tengo que seguir buscando y encima tengo que acompañar hasta su casa a una nenita llorona, esperaba más de esta niña. —pensó antes de mirarla. —¿Hey, desde acá ya sabes irte sola a tu casa, no? —el detective sólo la escuchó llorar, sin esperar su respuesta se despidió. —Bueno... hasta mañana, ¡Nos vemos en la escuela! —habló tratando de marcharse.

Conan

—Apotoxin 4869. —escuché a la chica murmurar y no pude evitar voltear a verla, para notar que ya no lloraba en lo absoluto. —¿No sabes lo que es eso? Es la droga que tomaste. —habló tranquilamente, era extraño escucharla así después de llorar tanto, pero no le presté mucha atención.

—¿Pero de qué estás hablando? Nunca tomé ninguna droga que se llame así. —respondí inmediatamente en un tono infantil, esa niña se estaba comportando extraño.

—¡Ara! Estoy segura que es el verdadero nombre. —dijo antes de darme la espalda. —No hay ninguna duda de que se llame así, ya que fui yo quién lo creó... Fue por orden de la Organización. —comentó macabramente, tanto su cara como su voz destilaba maldad pura, escalofríos se dispersaron por mi espina dorsal.

¿Acaso todo este tiempo estuvo fingiendo ser inocente...?

—¿Organización? ¿Creada por ti? No puede ser, ¿cómo es que una niña sabe estas cosas...? —comenté asustado con las teorías que se empezaban a desarrollar en mi mente.

—Yo soy como tú... yo también la tomé. —me dijo tranquila y amable para cambiar su actitud a una malévola en cosa de segundos, poniéndome cada vez más nervioso. —Su única función fue destruir todas las células del cuerpo... que incluía el sistema nervioso, esquelético, tejido muscular, órganos, vello corporal... pero por alguna razón hizo que todo volviera a un estado infantil. —cada palabra que decía esa niña llegaba a mi mente como una bala, era irrazonable, pero a la vez tenía sentido con todo lo que había pasado. —Qué nueva e increíble droga, ¿no?

—Haibara... acaso tu eres...—dije atónito, pero ella no me dejó seguir.

—Yo no soy Haibara... —murmuró antes de voltearse a mí. —¡Sino Sherry! —dijo arreglándose el cabello como si estuviera contando lo más normal del mundo, esta vez no pude evitar que mi sorpresa e incredulidad se notaran en toda mi cara. —Ese es mi nombre clave, ¿bueno, estás sorprendido... Shinichi Kudo? —esto último fue como un balde de agua fría.

Me han descubierto, ¿cuánto tiempo me queda? ¿Es mi final? Al final si había coincidido con la Organización, pero no de la manera que creía...

—¡Entonces, tu eres parte de los Hombres de Negro!

—Parece que quedaste paralizado por la sorpresa, detective de poca monta. —dijo burlona.

Hope and DreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora