Capítulo 33: Tan lejos pero tan cerca

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"La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos: Así logramos sobrellevar el pasado."

García Márquez.

Shinichi

Hace ya un par de días salí del hospital, antes de tiempo gracias a Ai, esta se hizo pasar por mí, y gracias a su gran actuación nadie ha sospechado nada, por alguna razón que Shiho todavía no entiende me desmaye en frente a toda la escuela y gracias a Hattori nadie dirá nada sobre verme involucrado en el caso.

—Voy. —exclamé al oír el timbre de mi casa, sin embargo el timbre sigue y sigue sonando, desquiciándome. —¡Basta, es molesto! —le grité a Ran, para que dejara de tocar el timbre, debido a la rapidez con que salí, seguía con un pan en la boca y sin lograr ponerme la corbata. —¡Solo tienes que tocarlo una vez y te oiré! —refunfuñé, alejándome de la reja.

—¿Oye, Shinichi seguro que conoces el horario de hoy? —me preguntó Ran preocupada, mire de reojo, no pude evitar sonreír al ver a "Conan" cerrando la reja.

—Te apuesto que es como el año pasado. —seguí caminando al notar que ella también nos empezaba a seguir. —Todos limpiamos después del festival, ¿no? —dije llegando a la puerta y abrirla. —Voy a cambiarme así que espérame aquí. —noté como se escabulló antes que cerrara la puerta, no le di importancia y seguí mi camino. —Es extraño ver de nuevo mi rostro de adolescente. —dije reparando mi rostro.

—¿Qué... ya te habías acostumbrado? —me preguntó divertida la voz de Ai, debido a que se quitó la mascarilla.

—Yo no he dicho eso. —le respondí en el mismo tono, agarrándola y sentándola encima de la mesa del baño. —Funcionó... funcionó, Shiho. —le dije acercando mi frente a la de ella.

—No creo que dure mucho tiempo, así que ten cuidado. —sentí un pequeño jalón del cuello, Ai me arreglaba la corbata...

—Ohh, ¿te preocupas por mí? —le pregunté divertido, sin dejar la ternura que no puedo evitar expresar con ella.

—¡Ho! Cállate. —murmuró avergonzada, presionando la corbata en mi cuello.

—Ya, ya, no me mates. —le respondí rápidamente tomando su pequeña mano a comparación con la mía.

—¡Eres un idiota, haciendo lo que se te da la gana! —me dijo mirándome seriamente.

—Lo siento, lo siento, al descubrir la verdad no pude evitar revelarme. —contesté, ella solo rodó los ojos.

—Tienes suerte que Heiji actuó rápido y les dijo a todos que no dijeran nada sobre tu aparición. —murmuró molesta el "niño".

—Lo sé, lo sé. —le respondí divertido, solo la miré rodar los ojos con un pequeño sonrojo en sus mejillas. —¡Ho! Es espeluznante verte reaccionar con un disfraz mío. —dije con una corriente atravesándome la espalda.

—¿De verdad? Para mi es divertido. —me respondió ella saltando desde la mesa al piso y ponerse el tapabocas. —Shinichi-niisan. —volvió a hablar esta vez con mi voz de Conan, eso me dio un escalofrío.

————

—¡Pero casi me dio un shock...! Eres el caballero Negro, Shinichi no me lo esperaba, estoy sorprendida que quisieras ser el protagonista, ¡si hubieras seguido ignorando el libreto de la obra hubiera sido un desastre! —dijo Ran llamando mi atención.

—¡Eso fue culpa de Sonoko! —le respondí de malhumor. —Cuando supo que estaba en el gimnasio me fue a buscar y me hizo ponerme el disfraz, luego me dijo que el Caballero abraza a la princesa sin decir absolutamente nada. —murmuré entre dientes molesto. —Esa Sonoko...

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