"Feliz" Navidad •VK• ✓

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En cinco días.

Solo tenían cinco días para ejecutar un plan bien elaborado y poder salir los nueve con vida. Y tan siquiera poder salir.

—¿De verdad, Park? —soltó una risa sarcástica y amarga, con una leve infusión de molestia—... llevas más de un año aquí, y... ¿no tienes un maldito plan?

—¡E-es difícil, Baek! —vocifero dando un fuerte golpe contra la mesa de centro en la que estaba conversando con el antedicho—... ¿Si estas consciente de que tenemos que escapar de un maldito enfermo cínico?—rió irónico— y eso no es lo peor— entre cerró sus ojos—... el muy imbécil es jodidamente astuto e inteligente, hábil y ágil. Vamos a morir en serio si no lo planeó bien... ¡Un error y estamos muertos!

—¿Ya lo has intentando tan siquiera? — pregunto el antes pelipateado, ahora pelialmendra de brazos cruzados

Jimin miro hacia otro lado estupefaciente ante su cuestionamiento, no teniendo la capacidad de utilizar sus labios para decir. Mejor utilizó sus recuerdos.

¶ Flashback de Jimin ¶

La abrazó.

Sintió su doler entre sus brazos, las palpitaciones ajenas en las suyas, siendo ése, un abrazo evidentemente reconfortante.

—... y-ya no quiero t-trabajar para él— chilló fuertemente, mojando el atuendo del mayor—... q-quiero irme a casa...

—V-voy a ayudarte. Lo prometo, vas a salir de esto... vas a poder estar en paz— arrullo acariciado los cabellos castaños de la menor —tengo un plan simple, seguramente funcionará... pero tienes que poner de tu parte Daisy ¿oíste?

Asintió.

—¿De verdad me vas a sacar de este lugar? —agrandó sus ojos llenos de lágrimas

Asintió para poner en pie su plan. El plan era sencillo; él saldría por una calle donde estaba el escondite del sujeto. Daisy mentiría para salir a esa zona, y en cuanto ambos estuvieran juntos, él la llevaría hacia la estación del tren.

Lamentablemente no fue lo que sucedió.

Jimin ya estaba en su posición, pero Daisy tuvo obstáculos, y uno de ellos, no la dejó avanzar.

—¿Pensabas escapar maldita rata? —cuestionó jalando sus cabellos con ímpetu y una sonrisa maníaca que jamás abandono su expresión

—¡N-no, no pensaba escapar! ¡Ya sueltame! —de alguna forma ella pedía amparo

Miraba frecuentemente hacia los lados para rezar porque llegará Jimin, que la ayudará y logrará escapar después de estar bajo sus mandos y reglas durante varios años.

Llegó Jimin, figiendo no saber qué sucedía y los actos violentos a qué se debían.

—¿Qué paso Noa, hizo algo indebido? —milagrosamente había logrado poder hacer contacto visual con el antedicho sin titubear ni mucho menos

Pero el ajeno era astuto, y únicamente con la mirada sabría si algo si algo era verdad o mentira.

Se acercó a él soltando a la chica de sus cabellos y ella permaneció inerte en una pose de derrota. Una vez que estuvo a escasos metros de Jimin, él levanto el pecho y arqueo su espalda, notoriamente valiente ante sus miradas penetrantes y abrumadoras.