Capítulo 2 √

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Kaos vuelve a intentar soltar los amarres pero, para su desgracia, Aurore sabe atar bien un nudo.

Gritar tampoco sirve porque la castaña lo amordazó.

En el baño...

Belial ha conseguido relajar a su amigo el cual ahora está dormido y se dirige a fumar un cigarrillo.

Cuando llega a la terraza ve a una mujer de cabello oscuro y con un vestido negro. Es hermosa.

-Buenas noches -saluda Belial.

La chica se gira y descubre que hay un hombre atrás de ella.

-Buenas noches -repite la castaña con voz dulce.

Belial se recarga en la barandilla y comienza a fumar el cigarrillo.

La chica lo mira analizándolo y decide decir.

-Si ha venido para saber si me acuesto con hombres le digo de una vez que... -Belial la mira confundido.

La analiza y descubre que es la stripper de antes.

Por eso me ha parecido hermosa.

-No, no tengo intención de averiguarlo -susurra y Aurore avergonzada retira la mirada-. No quiero saberlo porque yo no le pondría un precio a una mujer tan hermosa.

La castaña se sonroja y agradece que sea de noche para que él no lo pueda ver.

Belial le retira un mechón de cabello oscuro que le priva de ver el rostro tan hermoso de aquella mujer.

-Gracias, señor -susurra y le regala una sonrisa tímida.

-Me llamo Belial -se presenta el chico. Le ofrece una mano y ella la acepta.

-Soy Aurore.

El nombre le queda como anillo al dedo a esta chica. Definitivamente esta chica parece una princesa.

-Belial no encontramos a... -La voz fría interrumpe el momento.

-Buenas noches -saluda Lidsy, fría.

Naturalmente, aquella es una escena que Lidsy preferiría no haber presenciado.

-Hola -saluda Aurore con voz entrecortada.

-Kaos no está -le dice Lidsy a Belial ignorando completamente a la castaña.

-¿Y dónde crees que esté? -pregunta Belial aplastando el cigarro con la bota.

-Suponemos que volvió a la mansión. Pero no estamos seguras.

Aurore se siente excluida por lo que busca irse pero Belial se percata de eso y la retiene.

-¿Y tú eres? -pregunta con desdén, Lidsy.

-Aurore -pronuncia segura de sí misma.

-¿Has visto a un hombre pelirrojo, alto y de ojos azules? -pregunta interesada.

Aurore sí había visto a ese hombre y, de hecho, lo tenía amarrado en una las habitaciones. Pero, como era obvio, ella no diría eso.

-Creo que está en una de las habitaciones del este.

Belial no puede creer esto: ¿Su amigo el que estaba incómodo aquí? ¿Y con una prostituta?

-¿Alguna de tus amigas esta con él? -pregunta Lidsy con asco.

-No soy puta. -Por primera vez Aurore se permite mirar a la mujer.

Es una preciosa pelirroja con ojos negros y cuerpo envidiable. Ante los ojos de Aurore ella es como una diosa.

Misma vida, distinta mierda ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora