y asi comenzaron los problemas

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Poco había durado para que dennis se encargara de cerrar la grande puerta principal del zoológico. Sentí que me estaba dando una indicación para subir a su auto. El viaje fue demasiado incómodo, como si los dioses se opusieran de aquello con fuerza, como si justo por esos días le hubieran diagnosticado un Alzheimer agudo, dennis me trataba como a una completa desconocida

Tome mi celular y al prenderlo había una notificación de whatsapp.

No olvides pasar por el almacén

6:13

Casey ¿en donde carajo te metiste?

7:43

Estuve en la biblioteca haciendo tareas lo sabes. De cualquier modo ya tomé un Uber. Llegó en unos minutos.   ✓✓


—Ay no... —suspire reposando la cabeza en la cabecera del asiento

—¿Todo bien?

Empecé a sentir un espasmo ocular.
Mi tío John dice que tengo todos los síntomas de ansiedad, en estos momentos lo estaba sintiendo.

—Si... todo bien. ¿Te importaría dejarme en esta esquina? —le dije

—Claro. Pero.. está oscuro, no tendría ningún problema en dejarte afuera de tu casa.

—¡No! —Me salió un grito involuntario.

Dennis detuvo el auto en seco y me miró con intriga.

—Lo siento. Estoy estresada supongo.

—Tranquila. Saliste tarde del trabajo, fue mi culpa también por no avisarte.

—Gracias —dije —. Si no hubieras ofrecido traerme. Seguramente aún estuviera esperando el autobús.

—Es lo que hubiera hecho por cualquiera, quiero decir, un compañero de trabajo —dijo indiferente

Deslicé el brazo por debajo de la otra correa de mi mochila. El sudor de mis manos me delataban por mucho, salí del auto y me levanté la mochila sobre el hombro, estaba tan concentrada en llegar desapercibida a casa que no ví por dónde pisaba, un charco profundo que me hizo tropezar.

—¡Rayos no! mi ropa... —solté un quejido de molestia más que de dolor

El foco de afuera titila y se enciende.

—Ah si, muchas gracias. Y si, marcaré el viaje con cinco estrellas —Dije levántandome con rapidez del suelo y ver a John saliendo de la casa.

—¿Estás bien niña? —preguntó dennis extrañado.

—Si, uhhh... Gracias

Estaba deseando que la tierra me tragara, no solo me había caído al charco de agua, mi tío estaba mirándome con ojos que pareciera que le salían luces fulminantes.

—¿Quién era ese?

—El Uber que me trajo —indique sin verle la cara.

—¿Porque no contestabas los mensajes —pregunto cerrando la puerta.

—Te contesté el último. Ya te dije, estába haciendo algunos trabajos.

Escuchaba sus pasos atrás de mí y me ponían los vellos de punta. Cerré mi mano en un puño.

—Oh.. casey..  —Se acercó tocando mi espalda —. ¿Crees que soy un idiota?

—Aléjate de mí —le digo.

—Deja esa actitud. Ven aquí.

Quería correr, quería ver si dennis seguía ahí afuera pero las rodillas me flojeaban. Sin perder tiempo, me tomó de la cintura antes de que se derrumbara en la silla.

—Por favor no.. —solloze tratando inútilmente de defenderme.

—Has sido muy mala con tu tío mi cielo, necesitas ser castigada —decia besando al azar en toda mi cara.

El hedor a alcohol me revolvía el estómago. En un instante me arranco la sudadera de encima y me bajo los mallones que ya había rasgado. Estaba muy débil y cansada para defenderme.

—Por favor, basta... —decia sin poder articular bien las palabras. Sentí su respiración de que se había quedado dormido

Aún tenía las piernas débiles. Tenía que moverme. Cómo pude me deslice por abajo, corrí escaleras arriba y saqué el celular para llamar a alguien sin sonar alterada, quizás el que podría ayudarme era Dennis.

R O T O S    ™Where stories live. Discover now