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❝Aunque el tiempo pase, los sentimientos jamás se irán.❞
Paso a paso, Horacio llega a algo muy grande. Pero antes de llegar a la cima, siempre habrán muchos tropiezos, el amor, la amistad y la muerte. Para llegar arr...
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ᵐⁱᶜʰᵉˡˡᵉ- ─『¿Son ellos?』─
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『No, son maniquíes.』─Respondió sarcástico el azabache.
Michelle rodó los ojos y siguió inspeccionando con atención a los dos niños sentados en una de las camillas. Estaban en el hospital, esperando algún EMS disponible.
ᵍᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『¿Por qué estamos aquí?』─Preguntó Gustado, estaba aburrido, pero aunque estuviesen en otro lugar, seguiría de la misma forma, sus días de molestar en los vecindarios acabaron.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『Revisión médica, para estar seguros de que no estén enfermos de alguna mierda.』─Contestó Conway, esperando impaciente, algún día iba a incendiar todo el hospital, el taller de mecánicos incluido.
Horacio estaba asustado, no le gustaba el hospital, si algo tenía claro es que seguro, segurísimo, lo iban a pinchar. Se bajó de la camilla y se escondió abajo de esta, aprovechando que ahora Gustabo distraía a los dos adultos con sus charlas raras.
ᵍᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『Hola amigos, ¿ustedes son pareja?』─Preguntó el castaño con una sonrisita, viendo el rostro del super amargarse.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『¿Qué coño estás diciendo?』─
ᵐⁱᶜʰᵉˡˡᵉ- ─『Jack, ¿en serio vas a pelear con un niño de 10 años?』─Preguntó Michelle, de brazos cruzados, observando como el mencionado se contenía en su lugar.
ᵍᵘˢᵗᵃᵇᵒ- ─『Uy, “Jack.”』─Gustado comenzó a reírse. Conway agarró la almohada de la camilla y comenzó a golpearle en la cara con esta, era eso o unos buenos porrazos, pero ya se los iba a dar todos cuando crezca.
Horacio se escabulló hasta la puerta y escapó. Notó que el sitio era bastante grande, al principio no logró verlo bien porque lo llevaron dormido, de otra forma no habría salido de casa. Caminó por ahí un rato, viendo a las enfermeras correr por todos lados con papeles y otros objetos en las manos.
ᶜᵒⁿʷᵃʸ- ─『¡Horacio!』─
❝Oh, no. .❞, pensó el pequeño, ya había sido descubierto.
Aunque no era momento para pensar, era hora de correr. Sólo se metió a la puerta más cercana que vio.
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