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—Ya me arrepentí.

—No puedes arrepentirte.

—¿No? ¿Quién dice?

—Ya planeaste todo Calum. —Holly rueda sus ojos divertido.

—Planear como tal no, solo es una idea que aún no se a desarrollado correctamente, así que puedo arrepentirme. —corrijo ganandome una mala mirada de su parte. —Solo decía. —susurro.

—No me vengas con esa lógica.

Estoy nervioso, muy nervioso, no me gusta estar tan nervioso.

Quizás debería esperar un poco más hasta que ya no esté tan nervioso y haya organizado mejor mis pensamientos.

—Solo... creo que voy a esperar a la próxima semana. —informo. —Quiero pensarlo bien y planear todo bien aunque no sea mucho.

—Cuando piensas mucho las cosas al final no terminas haciéndolas, Cal.

Tiene un buen punto, pensar tanto las cosas me hace dejarlas de lado por diferentes cosas. Inseguridades, principalmente.

—Es que estoy nervioso, nunca le he pedido a alguien que sea mi pareja, ni siquiera una cita.

—No sería la primera cita que tengan.

—Pero si seria la primera que le pido, si no estoy mal. —bufo frustrado y me recuesto en las piernas de Holly ya que estamos en el sofá. —La próxima semana, necesito mentalizarme.

—No se supone que sea tan difícil.

—No es difícil, solo estoy nervioso y temeroso del rechazo, sabes como es esto... —susurro esto último y él asiente.

—De todas formas solo, no lo pienses mucho, no quiero que tu mente haga que algo que puede resultar bien no resulte.

Me siento de nuevo y miro al techo, de verdad no estoy tan seguro, no por ella si no por mi. No quiero atarla, de alguna forma, a alguien tan inestable como ya.

A veces siento que Holly está atado a mi, no quiero lo mismo con Lydia.

—No quiero atarla. —admito. —En algún momento puedo recaer tanto y volver a intentarlo teniendo éxito o volviendo a fracasar, no estoy bien mentalmente, ambos lo sabemos, no quiero atarla a mi lado y que pase malos momentos como a sucedido contigo.

Silencio.

—No estoy atado a ti. —susurra. —Estoy a tu lado porque eres mi mejor amigo desde siempre, hemos pasado ambos por muchas cosas y estoy contigo porque quiero, tú no atas a nadie, las personas deciden si se quedan o no. —continua hablando en tono serio. —Si, puede que no estés bien pero eso no debe detenerte, vas con el psicólogo para estar bien, lo intentas, lo sé.

—Voy al psicólogo hace tiempo y aún así he intentado suicidarme más de tres veces en el último año. —susurro molesto.

—Ella sabe como estás y ella decidirá si acepta o no, no puedes tomar decisiones por otros. —recuesta su cabeza en mi hombro.

—Tengo miedo de que mis sentimientos no sean reales y solo sean porque ella se a vuelto cercana a mi y tu has sido el único cercano a mi en mucho tiempo. —admito inseguro. —Tengo miedo de que sean solo porque ella me trata bien y no sean reales, no quiero volverme dependiente, que mis sentimientos se vuelvan dependientes de ella solo porque me trata bien. —continúo en un susurro. —No quiero que eso me pase.

—No sucederá Cal, es bueno que no quieras eso y si lo tienes en mente entonces sabes como no serlo, nunca has sido dependiente y no creo que vayas a serlo en esto pero si tienes ese miedo está bien, es normal tener miedo pero no dejes que ese miedo te lo impida. —habla y acaricia mi cabello. —Piénsalo bien, entiendo tu miedo y entiendo de dónde surge, si tu crees que no es momento está bien, si quieres esperar a estar mejor, está bien. No te presiones.

—Ella no estará siempre.

—Puede que si, puede que no. Puedes decirle la verdad, puedes decirle lo que sientes pero que no crees que sea el momento de algo y ya ella decidirá.

—¿Y si se va?

—Yo estaré aquí bebé, no es la única persona, lo sabes. Lo más importante es que tu te sientas bien y listo, no te presiones.

Holly deja un beso en mi frente y ahora soy yo quien recuesta mi cabeza en su hombro.

—Gracias Holly.

—No debes agradecer Calum.

Última OportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora