Capítulo 38

838 62 1
                                    

Una vez Caleb salió de la oficina yo me quedé firmando algunos papeles y leyendo informes, tomo una carta que estaba apartada de todos los papeles que siempre me dejan y la abro, comienzo a leer y me quedo asombrada ante el contenido de la carta. En ella, un miembro de la manada Luna Fuerte manifiesta que el Alfa de la manada está torturando/castigando enfrente de todos a las personas que le faltan el respeto a él o a su familia, no explica muy bien como los tortura/castiga a esas personas, pero me toca ir a investigar.

Cómo ya eran las 7 de la tarde no iba a poder ir, esa manada queda a tres horas en auto, así que mañana faltaría a la escuela para ir a esa manada, decido salir de mi oficina estirando mi espalda ya que me dolía bastante, voy a la sala donde están mis padres sentados en el sillón, Ariadna estaba jugando en el piso y no había señales de Eros, me siento junto a mi hermana tomando uno de sus juguetes para entretenerla.

-Mañana no iré al colegio- digo despegando mi mirada de Ari para ver a mis padres. -Debo ir a la manada Luna Fuerte, al parecer el Alfa está castigando de manera publica a todo aquel que le falte el respeto a él o a su familia- digo y la cara de mis padres es un poema.

-No vayas sola y ten cuidado- me dice mi padre y yo asiento.

-Le diré a Eros que me acompañe- vuelvo la mirada a mi hermanita y sigo jugando con ella.

-¿A dónde quieres que te acompañe?- escucho la voz de Eros desde las escaleras, levanto la vista para verlo.

-A la manada Luna Fuerte- le digo y él asiente, acercándose a dónde estamos, se sienta a un lado mío y Ari apenas lo ve estira sus brazos hacia el pegando un pequeño grito.

-Parece que alguien tiene un hermano favorito- dice mi madre sonriendo y yo la miro enojada haciendo que todos rían.

-No puede tener hermano favorito, apenas tiene meses- digo cruzandome de brazos, Eros toma a la bebé la cual balbucea cosas mientras sonríe. Nos la pasamos jugando entre nosotros las siguientes dos horas hasta que fue la hora de cenar, yo debía comer e ir al reino vampiro, nos levantamos del piso donde los 5 terminamos sentados y nos dirigimos al comedor, dónde nos sentamos y cenamos como una familia normal.

-Mañana por la mañana vendré a buscarte para ir a la manada Luna Fuerte, estate preparado porque tenemos 3 horas de viaje hasta allí- le digo a mi hermano y el asiente.

-Nos vemos- dice dándome un beso en la mejilla, me despido de toda mi familia y prometo volver en dos días a vivir nuevamente en casa, me subo al auto que me estaba esperando fuera y este arranca comenzando su recorrido de 20 minutos hasta el reino vampiro.

Al llegar subo directo a mi habitación donde me desvisto para luego colocarme mi pijama, me acuesto en la cama y cierro mis ojos quedándome dormida minutos después.

Golpes en la puerta hacen que mi sueño termine, sin abrir mis ojos pongo una almohada sobre mi cara.

-Adelante- grito fuerte para que me pueda escuchar.

-Señorita, su abuela me mandó a despertarla, debe prepararse para ir al colegio y luego bajar a desayunar- escucho que habla mientras va abriendo las cortinas dejando que la luz entre a la habitación, saco la almohada de mi cara e intento abrir los ojos, parpadeo un par de veces hasta acostumbrarme a la luz.

-Bajo en un momento- le digo a la mucama con una sonrisa, ella asiente devolviéndome la sonrisa y luego sale de la habitación, suelto un bufido y me levanto yendo al baño donde tomo una ducha, salgo y voy a mi armario, allí tomo un vestido rojo corto y unos tacos altos negros, me pongo la ropa interior indicada para ese vestido y luego me pongo lo demás, me seco el pelo con el secador y lo dejo suelto en ondas naturales, tomo la tiara que siempre está en su lugar y salgo de la habitación luego de tomar mi celular.

Luego del desayuno con mis abuelos y explicarles que no voy a ir al colegio me subo a mi auto para luego manejar hasta mi manada, al llegar los guardias me abren las puertas y manejo hasta llegar a mi casa, allí estacionó el auto y me bajo, camino hasta la entrada y abro con mi llave.

-Eros, ya llegue- grito para que me escuche.

-Estoy en la cocina- me grita devuelta y camino hacia allí, al entrar veo que está con un tazón con cereales en la mano y una cuchara en la boca. -Que linda que estás hermanita- me dice, yo me acerco y dejo un beso en su mejilla.

-En el reino vampiro debo parecer princesa, ahora voy a cambiarme porque queremos pasar desapercibidos- el asiento y yo subo directo a mi habitación, me saco el vestido y los tacos y tomo de mi armario un top blanco corto con una calza negra y unas zapatillas blancas, dejo la tiara sobre mi cama y salgo de mi habitación bajando las escaleras. -Listo, vamos- le digo a Eros el cual me estaba esperando en la entrada, subimos a mi auto y salimos rumbo a la manada Luna Fuerte.

Tres horas después estamos en los límites de la manada Luna Fuerte.

-Seguime la corriente y baja tu olor a Omega- le digo a Eros para luego bajar la ventanilla al ver cómo un guardia se nos acerca.

-¿Que necesitan?- pregunta el guardia.

-Hola, vengo a visitar a Mateo Rodríguez, somos sus sobrinos de Red Moon- el hombre asiente y nos abren el portón. -Muchas gracias- digo y manejo hasta la dirección que logré memorizar de la carta, al llegar bajamos de auto, de la casa salen un hombre y una mujer de unos 50 años. -Buenos días señores Rodríguez. Yo soy Léela Black y el mi hermano Eros Black- les digo estirando mi mano para que la estrechen.

-Mucho gusto majestades- nos saludan con respeto. -Por favor, pasen y hablamos con más tranquilidad adentro- nosotros asentimos y los 4 ingresamos a la casa, nos indican que nos sentemos en el sillón más grande y ellos se sientan en sillones individuales enfrente nuestro.

-Cuentenme que es lo que está pasando con el Alfa- les digo, ellos se miran por un momento y la señora comienza a hablar.

-Hace unos meses el Alfa perdió a su primogénito en un ataque de Rogers, su Luna apenas sobrevivió, desde ese momento el se volvió más despiadado y cruel- me cuenta y yo asiento.

-¿Hace cuántos meses está así la manada?- le pregunta Eros.

-Hace unos tres o cuatro meses- nos dice el señor y vuelvo a asentir.

-¿Son frecuentes los castigos hacia los integrantes de la manada?- pregunto y ambos asienten, yo miro a Eros y el comprende. -¿El alfa se mantiene en su casa?- nuevamente asienten.

-Debemos ir a hablar con él, ¿Será posible si nos acompañan?- pregunto y ellos asienten. -Primero nos gustaría recorrer la manada- ellos asienten y salimos de la casa comenzando a caminar por toda la manada.














HibridaOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz