Capítulo 44

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-Mamá, reacciona por favor- le digo acariciando su rostro, lágrimas salían de mí ojos sin poder evitarlo, toda la gente nos estaba viendo, miro a mis suegros y ellos entienden lo que quiero decir comenzando a sacar a toda la gente del lugar, Derek se acerca con un algodón impregnado en alcohol, se lo pasa a mí padre y este se lo pasa por la nariz, mí madre comienza a reaccionar de a poco.

-Amor- le dice mí padre tomándola en brazos, a esta altura en el salón estaban mis padres, mis suegros, Derek y yo, por lo que escuche mis abuelos fueron a despedir a la gente, ayudo a mí padre a levantar a mí madre, Eros entra al salón con dos guardias detrás, uno a cada lado.

-Recorrimos todo el clan en busca de Ariadna, encontramos un leve aroma pero al llegar a la frontera desapareció y había restos de magia negra- dice Eros, mí madre comenzó a llorar en el pecho de mí padre y yo miro a mí hermano.

-¿La misma energía que en la visión?- le pregunto y Eros asiente, yo miro hacia un lado y varias lágrimas cayeron por mí mejilla, Derek se le acerca y me abraza, yo le devuelvo el abrazo y comienzo a llorar en su pecho.

-Tranquila, la encontraremos- me dice Derek al oído mientras frota mí espalda, yo me separó un poco de él y limpio mis mejillas.

-Ire a la manada, buscaré a los rastreadores y comenzaré la búsqueda- digo y todos asienten. -Papá, lleva a mamá a que duerma un poco, nosotros los mantendremos informados- digo mirando a mí madre a los ojos, ella se limpia las mejillas y asiente.

-La encontraremos mamá- le dice Eros y ella vuelve a asientir, mí padre nos dedica una sonrisa y se va junto a mí madre.

-Ire a mí manada- digo hacía Eros, el asiente, miro hacia donde están mis suegros. -Gracias por su ayuda- digo y ellos me sonríen.

-Por nada, cualquier cosa avisanos- dice Alissa y se retiran a su manada.

-Te acompaño a tu manada- me dice Derek y yo asiento, camino hacia una esquina del salón y hago un portal que va a mí manada.

-Cuando terminen de despedir a la gente necesito que vayan a la manada lo más rápido posible, estaré junto a los rastreadores- digo a través del link hacía Caleb y Yanet, tomo de la mano a Derek y atravesamos el portal llegando a la puerta de mí casa, aún de la mano caminamos hasta llegar al centro de entrenamientos de los rastreadores, al entrar vimos como todos estaban entrenando, eran al rededor de 50 rastreadores.

-Alfa, ¿Necesita algo?- me pregunta el líder de los rastreadores.

-Scott, necesito de la ayuda de sus rastreadores, se llevaron a Ariadna del castillo vampiro, hasta ahora lo que sabemos es que fue una bruja- le digo y Scott asiente.

-Haremos todo lo que esté en nuestras manos Alfa- dice con seriedad, yo le sonrió y asiento.

-Muchas gracias, en unos minutos vayan a mí oficina y arreglamos todo- Scott asiente, hace una reverencia y se retira hacia donde estaban todos entrenando y los llama formando un círculo, Derek me toma de la mano y salimos de ahí hacía mí casa. Al llegar a mí casa entramos directo a mí oficina, Derek cierra la puerta luego de que entramos y yo me siento en el sillón que estaba a un lado, apoyo mis codos en mis rodillas y mi tapo mi cara con mis manos, Derek se me acerca y acaricia mi espalda con suavidad.

-Tranquila Léela, todo va a estar bien- me dice, yo lo miro y le sonrió, él me abraza por la cintura y deja un beso en mis labios, escucho la puerta ser golpeada por lo que dejó ahora yo un beso en sus labios y me levanto, me saco la tiara y la dejo sobre mi escritorio, me siento en mi silla y limpio mis mejillas que tenían restos de lágrimas.

-Adelante- digo, Derek se para a un lado de mi escritorio, la puerta es abierta y por ella entra Scott junto a cinco de los mejores rastreadores. -Gracias por venir- les digo.

-Es un placer majestad- dice Scott haciendo una reverencia con la cabeza y los demás lo imitan.

-Bien, como ya sabrán mi hermana fue secuestrada hace unas horas, lo que sabemos es que fue una bruja, las cuales están aliadas con los demonios, los vampiros siguieron un rastro hasta los límites de su reino y luego desapareció- digo evitando que salgan lágrimas de mis ojos.

-Vamos a necesitar algo que le pertenezca a Ariadna para poder rastrearla- habla uno de los rastreadores que estaba con Scott, yo asiento y pienso algo que tenga el aroma de Ari fresco.

-Voy a pedirle a Eros que traiga el peluche de Ari- termino de hablar y la puerta es abierta.

-Me adelante- dice Eros entrando por la puerta con el peluche en la mano. -Ya hice que mis rastreadores registren el aroma y empezaron la búsqueda- le dedicó una sonrisa y él le pasa el peluche a uno de los rastreadores.

-Gracias Eros- digo sonriendo.

-Bien alfas, comenzaremos la búsqueda ya mismo, cualquier cosa nos comunicaremos mediante el link- dice Scott y yo asiento sonriendo. -Con permiso- dice, se despiden y se retiran de mi oficina. 

-¿Como esta mamá?- le pregunto a Eros levantandome de mi silla, Derek toma mi mano y los tres nos sentamos en los sillones.

-Cuando vine estaba todavía algo alterada, estaba tomando un té y la abuela la esta cuidando, Papá y el abuelo estaban ayudando con la busqueda- dice Eros, yo suspiro y asiento, golpes en la puerta hacen que fije mi vista ahi.

-Adelante- digo y veo a Caleb, Yanet y Esme entrar a la habitación.

-¿Cómo te sientes Leela?- me pregunta Yanet con preocupación.

-Estoy preocupada- digo soltando un suspiro frustrado, Derek me abraza por la cintura y yo apoyo mi cabeza en su hombro.

-La vamos a encontrar- dice Caleb dándome apoyo y yo le dedicó una pequeña sonrisa.

-Estoy dispuesta a hacer hasta lo imposible por encontrarla- digo y una pequeña lágrima se me escapa, estaba verdaderamente asustada por lo que le podía llegar a pasar a Ariadna.

~•~

Perdón que estuve desaparecida, tuve un bloqueo de inspiración y no podía terminar de escribir el capítulo.

Gracias por su paciencia, por seguir la historia, por votar y comentar. No sé que sería de mí historia sin ustedes, de verdad que las aprecio mucho a mis fieles lectoras.

Sofí

HibridaWhere stories live. Discover now