Prólogo

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Jimin miraba con nerviosismo su vientre ¿Cómo rayos había pasado de nuevo? Tres hijos, ese era el acuerdo. Tres hijos y Yoongi se operaría. No se supone que sucediera de nuevo. La angustia le invadió por completo.

La cirugía había fallado, pues estaba malditamente embarazado por cuarta vez. Yoongi le creería ¿Verdad? Porque se aman y confiaban el uno en el otro. Suspiró dejando el baño con el leve mareo residual. Había dejado las pruebas de embarazo sobre la cama. Pensó que el cansancio y las náuseas serían por todo el trabajo, veintitrés años y tres hijos de cinco, cuatro y tres años no eran una broma, requerían mucha atención, en especial si eran tres cachorros altamente revoltosos.

Se sentó con cuidado en la cama evitando moverse con brusquedad. Este embarazo sería diferente, no solo porque era inesperado, sino porque su cuerpo no había cambiado al igual que siempre, su olor no tenía ni una pizca de la suave esencia leche materna que le rodeó con sus cachorros anteriores, su cuerpo no ganó peso rápidamente y su olor a nueces tostadas se encontraba tenue, igual que siempre.

Yoongi llegó a su departamento, sintiendo lo agotador que fue su día. Si, tenía un trabajo agradable pero la mala paga y cruzarlo con los estudios de su maestría lo estaba matando. Nunca pensó que al estudiar producción tendría tan poco tiempo para sí mismo o un salario que sería estirado para mantener a su gran familia.

Observó la sala y sonrió al encontrar regados los juguetes de sus cachorros por doquier. Amaba a los tres revoltosos que junto a su omega trajeron al mundo. Sintió que fue algo prematuro, pero jamás podría arrepentirse de ello. Giró su cuello sintiendo la tensión disiparse levemente, el aroma de Jimin y a leche materna de sus cachorros llenaba la casa de tranquilidad.

Sus entrañas se retorcieron cuando el olor de la angustia picó en su nariz.

— ¿Amor? — preguntó abriendo la puerta — ¿Estás bien? — soltó, mientras observaba a Jimin pálido, sentado en el borde de la cama.

Se percató tardíamente de los test regados por la cama. Su ceño se frunció, mientras estiraba sus manos para tomar una de las pruebas. El aroma de la habitación se amargó.

— ¿Qué significa esto Jimin?

— Yo... — tartamudeó el menor, retorciendo sus manos en su regazo — No entiendo como pasó Yoongi. Se supone que... que tu cirugía fue un mes antes de mi celo, yo no debería... no tendría como estar... — susurró bajando su cabeza, cubriendola con las manos.

— ¡¿Estás embarazado?! — gritó el mayor colérico.

— Yo... si Yoongi. Estamos esperando otro cachorro.

El mayor sintió como todo su mundo se destrozaba. Su omega le había sido infiel ¿En qué momento pasó? ¿Cómo permitió que su relación llegara hasta esos límites? ¿No vio las señales? Jimin dormía mucho más, decía que estaba cansado cada vez que le pedía tiempo juntos, lo evitaba en casa, lo rechazaba cuando pedía hacer el amor. Ahora lo veía mucho más claro, no era el cansancio de un omega que cuidaba de tres cachorros sino de uno que había buscado cariño en otro lugar.

— ¡Maldita sea Jimin! — rugió hacia él — ¡¿Cómo pudiste?!

Él no estará creyendo que yo...

— ¡Por amor a la luna! — gritó — ¡¿No estarás creyendo que te fui infiel?! ¡Soy un omega marcado desde los diecisiete años!

— ¡Que esperas que piense! ¡Yo ya no puedo tener más cachorros! ¡Joder! ¡Me operé como acordamos! — gruñó irritado.

— ¡Pues yo no me acosté con nadie más! ¡Así que algo salió mal!

— No me creas estúpido — afirmó mordaz — No llevas mi olor encima, ni siquiera una pizca de leche materna ¿Por qué será? — cuestionó mirándolo con odio.

— Yo no... eso no lo sé — dijo molesto consigo mismo — Yo tampoco entiendo nada de lo que está pasando Yoongi solo... se que pasó.

— ¿Cómo vas a probar que ese cachorro es mío?

— ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Ya no confías en mí?

— Seguimos en lo mismo — soltó con exasperación — ¡Yo no puedo tener más cachorros y ahora hay uno en tu vientre! ¡¿Entiendes donde nos deja eso?! ¡En que mi omega es una maldita zorra y yo un imbécil que creyó ciegamente en él! ¡¿Cómo no dudar de que todos son míos ahora?!

Jimin perdió los estribos, sintiendo su corazón romperse, su omega gimió dolorido por las duras palabras de su alfa. ¿Cómo podría? Las lágrimas se apresuraron a sus ojos, bajando por sus mejillas mientras Yoongi lo miraba fríamente al otro lado de la habitación. — ¡No te atrevas! — le gritó — ¡No te atrevas a insultar a nuestros cachorros así! ¡Él o ella es tu hijo Yoongi! ¡Lo puedo jurar sobre la tumba de mi madre!

— ¡No mientas! ¡Joder! — Yoongi tomó la decisión tan rápido, que su propio alfa sintió como ardía el lazo y no podría detener aquellas palabras — ¡Me largo! ¡Tengo una puta por omega y ya no lo deseo más! — rugió — Que el padre de ese bastardo se encargue de ti — finalizó mirándole con desprecio, dejando la habitación tras de sí con un portazo.

Jimin sintió como sus piernas flaquearon, cayó al suelo, pasando sus regordetes dedos por la marca en su cuello, que escocía como jamás lo hizo en siete años. Su omega comenzó a chillar, sintiendo como le era arrancada desde el interior la profunda conexión que tenía con su alfa. Lloró, mientras se desplomaba por completo sobre su costado. Un omega, tres hijos y uno más en camino, con un trabajo parcial para tener tiempo de hacerse cargo de la casa. ¿Cómo sobreviviría ?

Bueno mis amores este es el prólogo de cómo comenzó esta historia. Será algo diferente a todo lo que he escrito antes porque es omegaverse y tienen hijos. ¿Han notado que nunca les doy hijos a mis personajes? No lo sé, la costumbre. Espero les guste, iremos algo lento para saber qué pasó y desentrañar a esta pareja. ¡Los quiero! 

Mistakes «Yoonmin» - Omegaverse -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora